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jueves, 30 de octubre de 2014

Multitudinario y exitoso certamen del queso de gamonéu

El alto volumen de ventas y la subasta de la mejor pieza en 1.900 euros marcaron la fiesta anual del gamonéu celebrada en Benia de Onís

Covadonga Fernández, ganadora en la variedad del puertu, con una cuña de gamonéu en la mano lista para entregar a un cliente. FOTO: J. CASO
 POR JAVIER G. CASO

Benia de Onís acogió el pasado domingo la trigésimo quinta edición del certamen del queso gamonéu. El de este año será recordado, sin duda, como el más multitudinario de los últimos años. Hizo un día fantástico en todos los sentidos. Con mucho sol e incluso calor en algunos momentos, lo que invitaba a salir de casa y eso fue lo que hizo que hasta Benia se desplazaran varios cientos de personas en busca de la joya gastronómica del Cornión o Macizo Occidental de los Picos de Europa.

Pero lo mejor de todo fue, sin duda, que ese público llegó hasta la capital de Onís con ganas de probar y, sobre todo, de comprar queso gamonéu. Por eso al final de la mañana la mayoría de los quince queseros presentes en el certamen habían logrado acabar con el género. Y eso que alguno acudió a Benia con más de 150 kilos de gamonéu de los que ninguno de ellos volvió para casa. En total fueron unos 1.150 kilos los que todos los queseros pusieron a la venta, de los 480 eran de la variedad del puertu y el resto del valle. De la primera no falló ninguno de los cuatro pastores queseros que aún aguantan en los puertos de Onís y de Cangas de Onís y que elaboran queso acogidos a la Denominación de Origen Protegida (DOP) gamonéu. Como ya pasó en la capital canguesa el día del Pilar en el marco del Concurso Exposición de Quesos de los Picos de Europa, el primer premio en esta variedad fue para la quesera de Gumartini Covadonga Fernández. Y de las once queserías del valle ese primer premio se lo llevó Alberto Martínez, de la quesería Priena, que repitió la victoria del año en este mismo certamen.

Alberto Martínez, ganador en la variedad del valle y elaborador del mejor queso del concurso. FOTO: J. CASO

El jurado eligió a este queso como el mejor del certamen. FOTO: J.CASO

Pero Martínez no solo triunfó entre los queseros del valle, ya que la pieza con la que concursó fue elegida como la mejor de todo el certamen, lo que demuestra que no sólo se hace buen queso de gamonéu en el puertu. Su pieza salió a subasta en una puja que, ésta sí, colmó las expectativas creadas. Es verdad que no se llegó a los 3.000 euros que se pagaron en agosto por el mejor queso de Cabrales, pero la del domingo en Benia fue una subasta de lo más animada. Ejerció de pujador el mismísimo alcalde de Onís, José Manuel Abeledo, a quien solo le faltó el mazo para darse a un aire a los subastadores de la Casa Sotheby´s.

Seis de los siete pujadores que participaron en la subasta. FOTO: J. CASO

Aunque como en toda subasta al final sólo uno podía llevarse el disputado queso campeón, lo cierto es que no queda otra que reconocer que los siete pujadores que entraron en liza se implicaron hasta el final. Persiguieron el queso y eso contribuyó a darle vistosidad y emoción a un acto, la subasta, que se realizaba por primera vez. La pieza, con un peso de 6 kilos y 500 gramos, salió en 500 euros, cantidad que subió de 50 en 50 euros hasta los 1.900 euros finales que ofertó el Hotel María Manuela de Benia de Onís y que nadie osó superar. Hasta 28 pujas hicieron falta para que Román García consiguiera hacerse con la pieza ganadora y llevársela para su establecimiento para disfrute de sus clientes. Es sin duda el queso de gamonéu más caro de la historia, ya que salió nada más y nada menos que a 292 euros el kilo.

Román García, del Hotel María Manuela recoge el queso, tras ganar la subasta. FOTO: J. CASO

Otro de los momentos más emotivos de la mañana fue, desde luego, la entrega del premio Gamonéu de Oro a José Antonio González Gutiérrez, precisamente la persona que creó e instituyó este galardón durante su etapa como alcalde de Onís, un período de 24 años en los que José Antonio, conocido de forma cariñosa como Toño, hizo crecer y consolidó el certamen del queso gamonéu, nacido unos años antes de que llegase a la alcaldía. Desde luego si el certamen ha llegado hasta donde ha llegado en la actualidad, eso es mérito de José Antonio González, quien en estos años se afanó por enriquecerlo, darle contenidos y por atraer a pregoneros de postín como sucedió cuando trajo a Benia al que fuera entonces ex ministro de Defensa, José Bono, dos años antes de que el castellano manchego llegase a la presidencia del Congreso de los Diputados. En su discurso José Antonio no se olvidó de alcaldes de la comarca ya fallecidos y que siempre acudían al certamen como José Antonio Muñiz, de Ponga, Arturo Coro, de Cabrales, Ángel García, de Amieva o Manuel Millán García, de Parres.

José Antonio González agradecio el gamonéu de oro con un discurso. FOTO: J. CASO
 
Pero a González, quien llegó a mostrar al público un folleto del primer certamen del gamonéu que le tocó organizar, también se le quiso reconocer por lo mucho que luchó a la hora de conseguir que el queso gamonéu obtuviera en 2003 una marca de calidad como la Denominación de Origen Protegida (DOP). Además en su gestión quesera también hay que subrayar la consecución de las cabañas queserías de Belbín en Onís, construidas a la par que las de Gumartini, en Cangas de Onís, con Alfredo García como alcalde. Alejado de la vida política, Toño no acaba de despegarse del queso de gamonéu y no hay certamen, feria o mercado quesero en la comarca en el que no se deje ver con su cámara Canon para hacer fotos, unas instantáneas de gran calidad y en las que gusta mostrar las distintas texturas y tonos que ofrecen las distintas piezas. Y en cuanto tiene ocasión tampoco deja de denunciar los fraudes que sufre el gamonéu y que pueden verse en algunos mercados.

Cándido Asprón,elaborador de Belbín, vendiendo queso del puertu. FOTO: J. CASO
Si hablamos de precios no hubo cambios respecto al certamen del Pilar. En Benia el gamonéu del puertu se vendió, y bien, en 38 euros el kilo, el mismo precio de los últimos años. Del valle siete queserías vendieron a 24 euros el kilo, un elaborador lo hizo a 25 euros y cuatro lo hicieron a 30 euros. Lo mejor fue eso, que lo vendieron casi todo. Entre los clientes, satisfacción. Aunque no faltó quien comentara que que le hubiera gustado degustar y adquirir queso más maduro. Pero bueno, en la variedad está el gusto y por lo que se vendió no se puede negar que el gamonéu triunfó de nuevo, un año más, en Benia de Onís.


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