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martes, 13 de junio de 2023

Los Lagos de Marino Lejarreta

Marino Lejarreta, a su llegada a la meta de Entrelagos. FOTO LVA

 Los Lagos de Marino Lejarreta

 El pasado 2 de mayo se cumplieron 40 años del histórico triunfo del ciclista vasco en aquella primera etapa de la Vuelta Ciclista a España con final en Los Lagos de Covadonga


Por Javier G. Caso:


 Arrancaba animado 1983 por Cangas de Onís. El pleno municipal del consistorio cangués declaraba persona non grata al escritor Camilo José Cela por unas supuestas declaraciones suyas insultando a la Virgen de Covadonga, la Santina. Así lo contaba La Voz de Asturias en su edición del 6 de enero de aquel año. Ese mismo periódico informaba de que, también en enero, y en Gijón, se vivía una huelga general contra el desmantelamiento industrial. Ya en febrero, nuestra región volvía a llamarse de forma oficial provincia de Asturias.

Pues bien, ese año, en primavera, en concreto el lunes del 2 de mayo, el concejo de Cangas de Onís vivió un acontecimiento histórico a tenor de su repercusión posterior. La Vuelta Ciclista a España llegaba ese día, por primera vez, a Los Lagos de Covadonga, una cima que se acabó convirtiendo en uno de los puertos más míticos del ciclismo mundial y que a día de hoy suma ya 21 finales de etapa de la Ronda Española. Pero vamos a hablar de aquella primera etapa de la que este año se cumplieron cuatro décadas y en la que se impuso Marino Lejarreta, el Junco de Bérriz. La de 1983 fue la edición número 38 de la Vuelta Ciclista a España, “una de las más bellas y espectaculares”, según se puede leer en la página web de Unipublic, la empresa que organiza esta prueba ciclista desde hace ya muchos años. Fue, además, la primera vez en su historia que Televisión Española (TVE) la retransmitía en directo. Por ese motivo, por todo lo que supusieron aquellas retransmisiones televisivas de sus etapas, es por lo que se considera que 1983 fue el año del relanzamiento de la Vuelta Ciclista a España.

En aquella edición, además, el ganador fue el corredor francés Bernard Hinault, el Caimán, toda una leyenda del ciclismo y que ya había ganado la ronda española en 1978. Un Hinault, a quien el desgaste de la Ronda española le impidió disputar en julio el Tour de Francia de 1983, que llegó a ganar en cinco ocasiones. El ciclista galo lideraba un equipo potentísimo: el Renault- Elf, del que también formaba parte Laurent Fignon. Completaron el podio de aquella Vuelta, Marino Lejarreta, entonces en las filas del equipo italiano Alfa- Lum Olmo y que fue el segundo clasificado. La tercera plaza la ocupó el fallecido Alberto Fernández, del equipo Zor. Participaron en aquella Vuelta 100 corredores de una decena de equipos, entre ellos algunos inolvidables como el Kelme, el Renault, el Reynolds, el Teka, el Hueso, Zor, Alfa- Lum…A diferencia de ahora, que se disputa en septiembre, por aquellos años la Vuelta a España se celebraba en primavera y la edición de 1983 se desarrolló entre el 19 de abril y el 8 de mayo. La que acabó en Los Lagos fue la etapa número 13, con salida desde la localidad palentina de Aguilar de Campóo. Cada año la Vuelta a España siempre tiene su propia sintonía o tema oficial. Pues bien la de 1983 fue un tema que lo petó y que se coronó a lo más alto de la lista de Los 40 principales, además de permanecer durante 21 semanas como el single más vendido en España: “No tengo tiempo”, del dúo tecno Azul y Negro.

¿Y qué decir de aquella etapa? Seguro que cada cangués guardará muchos recuerdos de aquel día. En mi caso me tocó seguirla por la tele, unas imágenes que quise volver a ver hace poco y que están disponibles en Youtube. Desde Aguilar de Campóo y tras pasar por el control de firmas, tomaron la salida 86 corredores, si bien a los Lagos llegarían dos menos. A la salida, tal y como nos recuerdan las imágenes de TVE y los comentarios de Emilio López Tamargo, viento, frío y nieve, unas condiciones realmente duras para una etapa de 188 kilómetros con dos puertos de tercera categoría, uno de ellos el Pontón, y final en Los Lagos. Mucho se bromeó aquel día con lo de Los Lagos de Enol, que el locutor de TVE Antolín García, rebautizó por adelantado como los Lagos de Hinault dando por hecha la victoria del corredor galo. Pero aquel chiste facilón no se cumplió y aquel día este paraje del Parque Nacional, por entonces de la Montaña de Covadonga, se acab´p convirtiendo en Los Lagos de Marino Lejarreta. La etapa discurrió por tierras palentinas y leonesas. Antes de llegar a Asturias, poco antes de Riañu, cuyo pueblo original aún seguía en pie antes de acabar bajo las aguas del pantano, saltaron y se escaparon dos de los grandes protagonistas de aquella etapa: Carlos Machín y Ruddy Pevenage.

 Los dos ciclistas llegaron a tener más de 8 minutos de ventaja sobre el pelotón. Bajaron el Pontón y Los Beyos a velocidad de vértigo. Cuando estaban entrando en Cangas, dejamos la tele y nos echamos a la calle para verlos pasar por delante de casa en la carretera Cañu. A la altura de La Riera todavía llevaban 7 minutos y medio de distancia al resto de los corredores. Machín y Pevenage iniciaron en solitario la subida a Los Lagos, que todavía arrancaba de aquella curva tan cerrada que había al pie de la Santa Cueva de Covadonga. Durante la ascensión Machín llegó a descolgar a Pevenage y tiró en solitario, pero por detrás Marino Lejarreta empezaba a dar su particular batalla. Se escapó de quienes lo acompañan en el grupo perseguidor, en el que también iba Hinault, y se fue a por los dos escapados. Primero superó a Pevenage, ya pasado el Mirador de la Reina. Como muestran las imágenes de la tele, a la altura de la majada de Gumartini, el ciclista vasco rebasó a Machín, cogió la cabeza de la carrera y entró vencedor en una meta instalada en Entrelagos, donde aún existía el motel que fue derruido años después. El gran Marino Lejarreta, al que este año se le rindió un cariñoso homenaje en Cangas de Onís para recordar aquel triunfo, ganó la etapa con un tiempo de 5 horas, 45 minutos y 17 segundos, el que empleó para cubrir los 188 kilómetros que tenía la etapa.

En 2013, coincidiendo con el 30 aniversario de aquella inolvidable etapa, tuvo lugar en la Casa de Cultura de Cangas de Onís una mesa redonda y allí se evocaron algunas anécdotas y recuerdos. El que fuera por aquellos años director técnico de la Vuelta Ciclista a España, Ramón Mendiburu, confesó que si el mal tiempo hubiera frustrado el final de etapa en Los Lagos, algo que llegaron a temer de verdad a la vista de cómo había arrancado el día, la meta se hubiera situado en Covandonga. Es más, detalló que incluso se había reservado un lote de vallas que se dejaron en el Real Sitio por si acaso. El resto de las vallas, tal y como recordó Antonín Alonso, uno de los integrantes de la comisión local que participó en la organización de la etapa, tuvieron que ser transportadas hasta Los Lagos en los camiones de dos repartidores de leche de Cangas de Onís porque los vehículos de transporte de la Vuelta Ciclista a España, dado su gran tamaño, no podían subir hasta Los Lagos, cuya carretera era, por aquel entonces, mucho más estrecha. Al final, y como muestran las imágenes de TVE, el sol acompañó a los ciclistas en su ascensión a Los Lagos y no fue necesario recurrir al plan B, pero el Santuario de Covadonga pudo ser el final de aquella etapa.

Pero que la Vuelta Ciclista a España acabase en Los Lagos no fue ni mucho menos algo casual. Sus antecedentes se remontan casi veinte años atrás. Fue en 1964, tal y como detalló en aquella mesa redonda Antonín Alonso, cuando se funda el Centro de Iniciativas y Turismo (CIT) de Cangas de Onís. Tras desplazarse a Francia para vivir las etapas pirenáicas del Tour, entre ellas, la del famoso Tourmalet, un viaje exploratorio en el que participaron Ramón y Luis Prada, así como mi tío Elías González Caveda, Elías el de la Barata, al año siguiente se celebra la primera escalada ciclista a Enol, una prueba para corredores aficionados e independientes que el CIT organiza hasta 1972, una prueba que tenía hasta su propio slogam, tal y como recoge Emilio Prada en un documentado trabajo titulado “El Deporte en Cangas de Onís”. El lema de la la subida a Enol era: “ Dentro de un maravilloso marco, la más dura prueba española del ciclismo de montaña”.

En 1972, el recién nacido Club Ciclista Enol toma el relevo del CIT y continúa con la celebración de esta carrera hasta 1979 en unos años, los setenta del pasado siglo, en los que la Subida Ciclista a Enol entra en el circuito profesional además de acoger el campeonato de España. Entre los ganadores de aquellos años, algunos nombres ilustres del ciclismo español como Andrés Oliva, Pesarrodona, Jesús Manzaneque o Alberto Fernández. Los años 70 también fueron los de la primera etapa de la Vuelta Ciclista a España con final en Cangas de Onís, disputada en 1974 con la meta colocada frente al Llagar de Juan y que ganó al sprint el portugués del equipo BIC Joaquim Agostimho. Dos años después, regresa de nuevo la Vuelta Ciclista a España a la capital canguesa y el ganador de la etapa fue el asturiano del Kas Vicente López Carril. En 1978, otro asturiano del mismo equipo, José Enrique Cima, gana la etapa de la Vuelta a España cuya meta se instaló en la Carretera Cañu. Estos son los prolegómenos de la llegada de la Ronda española a Los Lagos en 1983 y de la que este año se cumplieron cuatro décadas. Curiosamente este 2023, y en su primera edición, la Vuelta Ciclista a España femenina también quiso incluir en su recorrido una etapa que acabara en Los Lagos de Covadonga. Fue la última de las siete etapas de esta Vuelta femenina, con salida en Posada de Siero y se disputó el domingo 7 de mayo. La ganadora de la etapa fue la corredora holandesa del equipo SD Worx Demi Vollering, una ciclista que como hiciera Marino Lejarreta, inauguró el palmarés, en esta caso del ciclismo femenino, de ese grandísimo puerto que son Los Lagos de Covadonga.



Enlace al resumen de TVE de la etapa 13 de la Vuelta Ciclista a España de 1983 entre Aguilar de Campoo ( Palencia) y Los Lagos de Covadonga.

https://www.youtube.com/watch?v=QUEIin85-TM