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jueves, 26 de diciembre de 2013

Cangueses con oficio

Jose Remis Merino, escultor de lo dulce

Su fabada y su plato de huevos con chorizu, ambos elaborados con mazapán, vuelven a sorprender en cuando llegan las tradicionales fiestas navideñas

JAVIER G. CASO

Remis echa el "caldu" a les fabes. FOTO: CASO
Llega la Navidad, tiempo de dulces, mazapanes y turrones. También en Cangas, cómo no. En nuestra ciudad hay postres navideños de gran tradición, como los turrones MABAL, que llevan elaborando en la Confetería Merino desde hace casi cien años, desde que empezó a elaborarlos Dionisio Merino, el iniciador de una saga de maestros confiteros que luego continuaron su hijo Dioni, su nieto Miguel y, desde hace años, su bisnieto José Ignacio Remis Merino. Pero además del turrón, cuando llegan las Navidades, Jose vuelve a dedicarse a otras creaciones tan dulces como originales. Algunas son otra tradición familiar de largo recorrido, otras son más recientes. 

Hablamos, y así entramos en materia, de sus fabadas de mazapán y de su plato de huevos fritos con patates y chorizu, igualmente elaborado con este típico dulce navideño. Son dos postres que Jose hace a mano. Y ahí es donde apreciarse la clase y el buen hacer de este maestro confitero cangués; un verdadero escultor de lo dulce. Da gusto verlo moldear el mazapán para elaborar, una a una, sus fabes. Y otro tanto pasa con el chorizo, la morcilla y el llacón de este postre navideño con el que, año tras año, cuando llegan estas fechas, rinde homenaje al plato más popular de la Cocina asturiana. En su fabada todo es de mazapán, desde les fabes al compangu.  Hasta la cazuela. Cuando la elabora, a simple vista, da la sensación de que Jose está moldeando el barro del que están hechos estos cacharros de verdad.

"Huevos fritos con patates". FOTO: J. CASO

Fabada de mazapán. FOTO: J. CASO
Pero si uno flipa con la fabada de mazapán, con los huevos ya ni les cuento. Parecen de verdad. Es que como si todos los ingredientes de este plato tan asturiano, acabaran de ser sacados de la sartén. De hecho hasta chorrean del chorizo unos hilillos de gelatina de manzana que simula a la perfección la grasa que suelta el embutido.

Cuenta Jose que hará treinta años que los elabora. Fue, cómo no, durante unas Navidades en las que quiso decorar el escaparate de la Confitería Merino con este plato, cuando el negocio familiar estaba ubicado en la Avenida de Covadonga, justo al lado de Banco Herrero. Con aquellos huevos con chorizo y patates de mazapán se armó un buen jaleo. Levantaron gran expectación, los clientes entraban y preguntaban por ellos. Todos querían llevárselos a casa para disfrutar de ellos como postre navideño. Y...claro. Ante tanta insistencia Fina, la abuela de Jose, quien durante tantos años vendía los pasteles y atendía el negocio junto a su hermana Carmina, como buena comerciante; lo que hizo fue vender aquel plato. Para disgusto de aquel entonces joven confitero que hoy, convertido en todo un maestro, recuerda aquella anécdota entre risas. Eran los inicios de uno de los postres navideños más originales que yo conozca. Y están hechos aquí. En Cangas de Onís. Sin ir más lejos.


 

lunes, 2 de diciembre de 2013

Curiosidades canguesas

Villa María, una casa de cómic

Fachada principal dibujada por Vance.

Villa María. FOTO: JAVIER G. CASO









Villa María. FOTO: JAVIER G. CASO
Vista de la fachada lateral, dibujada por Vance














 El chalet cangués ilustra uno de los álbumes de la serie "XIII"

   

Una visita a la biblioteca puede deparar reencuentros de lo más agradable. Así sucedió hace unos días cuando, echando un vistazo en la sección  de cómics, volví a toparme con el chalet Villa María dibujado entre las páginas de uno de los álbumes de la serie XIIIY recordé que hace unos años, cuando salió al mercado El último asalto, que así se titulaba el cómic, ya escribí un reportaje sobre el tema en las páginas de La Voz de Asturias. Para aquellos que en su día no pudieron leerlo, vuelvo a reproducirlo bajo estas líneas por si fuera de interés para los lectores de EL AUSEVA DIGITAL. Y es que no todos los días puede verse uno de los edificios cangueses más populares en una historieta de cómic.


La Voz de Asturias, 12/09/2008


Una casa de cuento

 


REPORTAJE.El chalet Villa María aparece dibujado en el último álbum de ´XIII´, que es todo un best-seller del cómic europeo
   
El chalet Villa María, ubicado en Cangas de Onís y levantado en 1922 a instancias del indiano local, Constante González, es realmente una casa digna de aparecer en un libro de cuentos. O al menos de cómic. 

Y es que la casa de Don Constante, como la conocen los cangueses, obra del arquitecto Miguel ángel García Lomas, y uno de los ejemplos más notables de la arquitectura indiana del concejo cangués, aparece en El último asalto , el álbum número 19 y último de la serie XIII , una de las sagas del cómic europeo más aclamadas y populares de los últimos años; todo un best-seller traducido a 15 idiomas y del que se han vendido más de 16 millones de ejemplares.

 Creada por el guionista Jean Van Hamme, el dibujante de esta serie es el belga William Vance, quien reside en Santander desde 1979. Con sumo detalle, una de las características del estilo de Vance, quien gusta de recurrir a la fotografía para documentarse, dos de las fachadas de Villa María y varios detalles concretos de su arquitectura aparecen en unas ocho viñetas.

 En la historieta la versión en cómic del chalet cangués se ubica en México. La casa, rodeada de guardias armados acoge una reunión entre algunos de los personajes más oscuros de XIII , para algunos críticos especializados el "mejor thriller político de la historia del cómic". 

En la primera viñeta, un coche deja atrás la verja que rodea a una gran mansión. Vance situó el acceso por la parte de la casona que en realidad da vista al paseo del río Güeña. Más adelante y esta escena sí coincide con la realidad, el coche se detiene frente al pórtico de la fachada principal, sujetado por cuatro columnas y que preside una escalinata de piedra. Fue el realismo del dibujo, lo que permitió que un vecino de Cangas, fanático del cómic, se quedase estupefacto al toparse con Villa María entre las páginas de El último asalto .
No es extraño si tenemos en cuenta que por delante de la casa, situada frente por frente de la Capilla de Santa Cruz, han transitado desde hace décadas camino de la escuela y del instituto varias generaciones de cangueses, muchos de los cuales la reconocieron de inmediato en cuanto la vieron en el cómic. En las viñetas se ven con todo detalle los árboles ubicados a ambos lados de la fachada principal, así como las dos palmeras de pequeño tamaño que se levantan ante Villa María por la parte que da a la Avenida de Contranquil.