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lunes, 24 de marzo de 2014

Milagroso, un xatín nacido por cesárea en Teleña

El quirófano se improvisó en mitad del prau


El ternero, que tuvo que ser reanimado, pocos minutos después de venir al mundo. FOTO: J. CASO

El ternero dio sus primeros pasos antes de  que el veterinario terminara de coser a su madre




Por Javier G. Caso


El periodismo de caleya, como le gusta decir a mi compañera Aitana Castaño de la labor que hacemos los corresponsales de las zonas rurales, es lo que tiene. Uno puede quedar con un ganadero para hacerle una entrevista y toparte con una escena como la que vivimos la tarde del pasado miércoles, festividad de San José, en una finca situada cerca de la localidad canguesa de Teleña.

Al llegar nos encontramos lo más parecido a un quirófano al aire libre, improvisado en mitad del prau. Varios vecinos, entre ellos el ganadero al que íbamos a entrevistar, sujetaban unas cuerdas a las que estaba atada una vaca. La res yacía tumbada mientras el veterinario, sentado sobre una alpaca de hierba, terminaba de coserle el vientre tras haberle practicado una cesárea, asistido por otro vecino que le entregaba el instrumental según se lo iba pidiendo el veterinario.

 La vaca, de raza Parda Alpina y unos siete años de edad, estaba cumplida con creces. Llevaba preñada 9 meses y 28 días y el tamaño de la cría, que se resistía a nacer, hacía imposible un parto normal. De ahí la necesidad de tener que recurrir a una cesárea. Tras abrirle la barriga, el veterinario sacó el ternero. A continuación tuvo que reanimarlo porque había nacido prácticamente muerto. Aunque nadie lo diría poco después. En apenas veinte minutos, y cuando el veterinario César Cifuentes aún no había terminado de coser el vientre de su madre, el xatín empezó a dar muestras de querer levantarse. Lo consiguió al cabo de varios intentos seguidos de otras tantas caídas. Pero no cejó en su empeño. Hasta que se levantó.
 





El xatín, ya levantado. FOTO: J. CASO

El ternero da sus primeros pasos y trata de acercarse a su madre. FOTO: J. CASO

Ya en posición vertical, sus primeros pasos llevaron a la cría a intentar acercarse a la madre, que todavía seguida bajo los cuidados del veterinario. Una vez finalizada la intervención ambos animales, la vaca Perla y su cría, pudieron, por fin, estar juntos. A estas alturas desconozco con qué nombre habrá bautizado al xatín su propietario, el ganadero cangués Javier Echevarría. Allí mismo se barajaron varios, entre ellos Bienvenido. Aunque viendo que el xatu estuvo a punto de palmarla igual quedaba bien que le pusieran Milagroso. Ya les contaremos.



La vaca Perla, aún tumbada, recibe los primeros lametazos de su retoño. FOTO: J. CASO


 

 

jueves, 20 de marzo de 2014

Cangas de Onís, pasado y presente III

Una estampa decimonónica que el desarrollo urbanístico de la capital canguesa se llevó por delante

Palacio de Justicia. FOTO LOTY. FOTOTECA MINISTERIO DE CULTURA



Un rincón de la calle del Mercado de Cangas de Onís. FOTO: J. CASO
POR JAVIER G. CASO

Creánme. Nada de bromas. No es ninguna tomadura de pelo. Es lo mucho que puede cambiar una vista panorámica en virtud del desarrollo urbanístico. Hablo de estas dos fotografías que ilustran y encabezan este artículo. Ambas imágenes, a las que separan nada más y menos que 96 años, están tomadas prácticamente en el mismo lugar: la muy canguesa calle del Mercado. Pero desde luego las cosas que se ven son muy distintas. La fotografía superarior, la que está en blanco y negro se titula "Palacio de Justicia" y es obra de un viejo conocido de EL AUSEVA DIGITAL.

 Se trata del fotógrafo portugués Antonio Passaporte (1901-1983). Este artista visitó Cangas de Onís en 1928 en uno de los muchos viajes que realizó por toda España entre los años 1927 y 1936, contratado por la firma Colecciones Loty, que por aquel entonces comercializa tarjetas postales. Las fotografías de Passaporte pasaron a ingresar el denominado Archivo Loty, creado en Madrid en 1927 y que llegó a estar formado por 12.000 fotografías, todas ellas placas de vidrio, tal y como explica el Ministerio de Cultura en su página web. Precisamente seria este ministerio el que, en 2002, adquirió los fondos que aún formaban parte del Archivo Loty, más de 7.200 placas de vidrio, para evitar su total disgregación y que pasaron a formar parte del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE). Pues bien, entre esas miles de fotografías hay varias de Cangas de Onís y una de ellas es la que nos ocupa. En ella vemos, a la derecha, una casa con galería en una finca cerrada con una verja de hierro que ocupa la parte izquierda de la foto. Al fondo destaca la inconfundible fachada del edificio del Ayuntamiento de Cangas de Onís. Construido en los años 80 del siglo XIX según proyecto del arquitecto Javier Aguirre, en un primer momento funcionó como Palacio de Justicia y que desde 1892 pasó a convertirse en Casa Consistorial. Según el Gran Atlas del Principado de Asturias se trataba de la antigua Audiencia de Cangas de Onís. Esta es la descripción que hizo de este histórico edificio el fallecido Don Celso Diego Somoano y que en su día reprodujo el diario La Nueva España: http://www.lne.es/oriente/2012/06/06/palacio-justicia-cangas-onis/1252661.html.


En esa fotografía, al lado de la casa consistorial, se adivina el tejado de uno de los almacenes del ferrocarril que unía Arriondas con Covadonga. Y en cuanto a la casa que se observa en primer término, los cangueses que andamos entre los cuarenta y los cincuenta años, siempre la conocimos como la casa de Charito Torres.  Desde luego no hay punto de comparación entre las dos fotografías. En la más antigua de ellas lo que aparece es un paisaje, precioso, decimonónico. En la segunda, por contra, no vemos más que una fachada, la del edificio que en su día, no sabría decir en qué año, pero en todo a caso a finales del pasado siglo, sustituyó a aquel  precioso inmueble de la calle del Mercado rodeado de huerta y jardín y cerrado con una preciosa rejería de hierro. Lejos de acabar en la chatarra, aquella verja, todo hay que decirlo aún podemos contemplarla en la casa de Les Roces del fallecido Maximino Blanco del Dago, Maxi. No obstante el edificio del ayuntamiento dejó de ser visible desde la calle del Mercado muchos año antes cuando se construyó en los solares situados frente por frente de la casa consistorial en la Avenida de Covadonga, cuyos bajos ocupan hoy en día la heladería La Machaca, Foto Martínez, el restaurante Río Grande y la tienda de artesanía Asturias encantada, que ocupa los locales dónde en su día estuvieron las oficinas de Autocares Mento y el Café Colón


En fin. Sirvan estas líneas para recordar aquel Cangas de Onís de los años 20 del pasado siglo, con imágenes tan bellas y que, por desgracia, desaparecieron a causa del inevitable desarrollo urbanístico. Afortundamente en el IPCE, http://ipce.mcu.es/,  tenemos el Archivo Loty y durante su consulta, en cierta manera podemos viajar en el tiempo para saber cómo fue en su día la capital de nuestro concejo







viernes, 14 de marzo de 2014

En el garaje de Avalle Van

Crónica de un ensayo convertido en un concierto inolvidable y exclusivo

Jose, Varo, David, Yoli y Carlos, Avalle Van,  en un momento del ensayo. FOTO: JAVIER CASO.
 
Por JAVIER G. CASO

No todos los días se tiene la suerte de disfrutar de un concierto para uno solo. O casi. Porque el otro día fuimos dos personas, Pepe Flash y quien escribe estas líneas, los que tuvimos el privilegio de escuchar en exclusiva a Avalle Van. Fue con motivo de uno de los sus ensayos semanales. En su casa. En el garaje de Avalle Van. Todo un lujo.

Por fuera nadie diría que, nada más franquear la puerta, uno va a encontrarse con un verdadero local de ensayos que haría las delicias de cualquier grupo de Rock del más alto nivel. Está totalmente insonorizado y de sus paredes cuelgan guitarras y otros instrumentos musicales, además de fotos y carteles. La iluminación, propia de una sala de conciertos y a la vez intimista, es otro elemento que contribuye a dar más calidez al ambiente. Vamos, que uno está de lo más a gusto si de lo que se trata es de disfrutar de la música que hacen Carlos, Jose, Yoli, David y Naro, o lo que es lo mismo, Avalle Van. Y allí preparan sus actuaciones. A conciencia.

Los había disfrutado ya en otras ocasiones, las dos últimas este pasado verano en sendos conciertos al aire la libre, en la calle San Pelayo y en Cangas de Arriba. Pero nunca antes me había acercado hasta su guarida, hasta el lugar en el que ensayan y dan forma a esas versiones que luego bordan cada vez que tocan por ahí. Y para meterse en ambiente arrancaron con “Locked out of heaven” de Bruno Mars. Así, como si nada. Luego fueron sucediéndose temas y temas de lo más variado como “One” de U2, “El límite” de La Frontera o “Rolling in the deep”, de Adele, entre muchas otras. Se nota, se siente que Avalle Van es un grupo cohesionado y que funciona tan bien como un motor bien engrasado. No rugen, no. Suenan de puta madre. Pero así, en la intimidad, también se nota a la perfeccionan que son un grupo de amigos que se lo pasan pipa cada martes cuando se juntan para tocar y dar rienda suelta a una pasión que comparten: la música. Y allí estuvimos para disfrutarlo, compartir ese momento y contarlo. Un placer. Y gracias por la invitación.




lunes, 10 de marzo de 2014

Bisontes al pie de Peña Sobia

El Parque de la Prehistoria de Teverga muestra dos ejemplares de uno de los animales más representados en el arte rupestre

 

En la imagen los dos bisontes del Parque de la Prehistoria. Al fondo Peña Sobia. FOTO: J. CASO
 Por JAVIER G. CASO

Dejamos atrás el temporal y el buen tiempo del fin de semana invita, por fin, a salir de casa y dar una vuelta hasta algún rincón de aquí, de Asturias. Nos decidimos por Teverga con el propósito de visitar de nuevo el Parque de la Prehistoria una vez que sabemos que esta semana ha incorporado alguna que otra novedad. El de Teverga es uno de esos equipamientos que hace las delicias de los más pequeños de la casa, sobre todo cuando, antes o después, de visitar la Cueva de las Cuevas, donde se exponen las réplicas del panel de los polícromos de Tito Bustillo, de las pinturas negras de Niaux o el Camarín de Candamo, niños y niñas tienen la posibilidad de participar en un taller en el que tienen la oportunidad de emular a aquellos artistas prehistóricos que hace más de 15.000 años pintaban en el interior de las cuevas las siluetas de animales como caballos, cabras, uros, renos o bisontes.

Los dos bisontes vistos más de cerca. FOTO: J. CASO

 Precisamente al parque tevergano acaban de llegar hace unos días una pareja de bisontes europeos que los visitantes pueden contemplar en una finca del recinto y que constituye un nuevo atractivo para este equipamiento cultural, junto a los dos caballos przewalski llegados el mes pasado a Teverga.







  Allí pastan con la Peña Sobia al fondo unos animales muy representados por los hombres prehistóricos, algo que podemos constatar en el mismo Parque de la Prehistoria, no en vano tanto en la Cueva de Cuevas como en la propia Galería, podemos disfrutar de la réplica de algunas famosas pinturas rupestres que tienen al bisonte como principal protagonista, desde los de Altamira, a los de Niaux o los de Covaciella, con una antigüedad de unos 14.000 años. Cerrada al público desde que fuera descubierta en 1994, hasta ahora sólo era posible apreciar los bisontes de Covaciella en la réplica existente en el Parque de la Prehistoria. Sin embargo, a partir del 30 de marzo, cuando se inaugure en la Casa Bárcena de Carreña de Cabrales el Museo Enrique Herreros en los Picos de Europa, también se podrá disfrutar de estas pinturas rupestres a través de una segunda réplica del panel principal de Covaciella.

Bisontes de Covaciella en la réplica del Parque de la Prehistoria. FOTO: J. CASO
 Estos días, y al hilo de la reapertura experimental de la cueva de Altamira, vuelve a hablarse de las bondades de las réplicas y de las copias en el mundo del arte, sobre todo del prehistórico. El asunto mereció una doble página en el diario El País este sábado en su sección vida&artes bajo el título "Ante una gran copia, ¿quien añora un original? del que adjunto un enlace para que ustedes puedan disfrutarlo. http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/03/07/actualidad/1394222230_387695.html

Copia de los bisontes de Altamira que hay en Teverga. FOTO: J. CASO 
 Es verdad que ante la más simple y pequeña de las amenazas no resta más que preservar las pinturas originales y si hay que prohibir, restringir o limitar las visitas, no quedará otra. Todo sea por preservar un patrimonio tan sensible como el arte rupestre Pero que nadie pretenda decir que una réplica, en ocasiones, puede mejorar el original. Porque no es así. Visitar una cueva como la de Tito Bustillo, en Ribadesella, no es sólo contemplar un panel como el de los polícromos. Recorrer la gruta en su totalidad ya es de por sí una experiencia increible y cargada de sensaciones que cada uno percibirá a su manera. Está claro que eso no se recrea con ninguna copia de sus pinturas por mucha calidad y realismo que tengan. Que los tienen.

 Otra cosa es que las réplicas nos permitan disfrutar de las pinturas sin miedo a deterioros con independencia del número que las visiten a diario. O que, como sucede con la réplica del camarín de Candamo que se muestra en Teverga, los visitantes puedan conocer una pintura que ya no existe en el panel original. Sencillamente porque se trata de una pintura que ha desaparecido desde que fuera descubierta hace cien años. Es ahí donde una copia cobra valor. Todo su valor. Y es ahí donde alguien como José Antonio Lasheras, director del Museo de Altamira, tal y como recoge el reportaje de El País, llega a defender la importancia de la réplica "para entender el original". Y añade que la Neocueva de Altamira "no es un sucedáneo. Incluso en cierto modo es más fiel a la cueva paleolítica que la propia original tal y como ha llegado a nuestros días".

Ahora bien, en mi modesta opinión, siempre que se pueda, las cuevas con pinturas rupestres han de ser visitadas. Con todas las limitaciones que se quiera y que impongan tanto el sentido común como el rigor científico. De esta forma estoy convencido de que algunas de las pinturas descubiertas en los últimos años seguirían igual de bien conservadas si hubieran podido ser visitadas por unas pocas personas, aunque fuera solo unos pocos días al año. De no ser posible, siempre nos quedan esas copias geniales como las de la Neocueva de Altamira,  el Parque de la Prehistoria de Teverga, el Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo, la existente en San Román de Candamo o la que pronto abrirá en Carreña de Cabrales.

 
 

jueves, 6 de marzo de 2014

El castañeu de Corao acogió una nueva feria de marzo

La cita ganadera estuvo marcada por un alto volumen de ventas pese a una menor presencia de reses en la localidad canguesa

 


Las vacas con cría fueron las más buscadas los compradores. FOTO: J. CASO


Por Javier G. Caso
 
 Arrancó la semana en Corao, que el lunes celebró su tradicional feria de marzo, una cita fija y bien marcada en el calendario ganadero asturiano y que resultó ser una de las mejores ediciones de los últimos años. El mal tiempo dio una pequeña tregua y a lo largo de la mañana no hizo falta abrir los paraguas. Que los hubo y muchos por lo que pudiera pasar.

 Según el testimonio de los habituales fueron menos las cabezas de ganado que se amarraron en el castañeu de Corao en comparación con años anteriores, aunque más de uno explicó que también se habían vendido muchas reses la víspera. Pero la menor presencia de animales fue lo de menos en una feria en la que el ganau corrió de lo lindo. Hubo muchas y, sobre todo, buenas ventas a decir de muchos asistentes a la feria.

 Las más buscadas fueron las vacas adultas acompañadas de cría y fueron las que protagonizaron la mayor parte de las transacciones. Las de raza casina se pagaron a unos precios que  rondaron entre los 850 y los 1.000 euros, mientras que las de raza Asturiana de los Valles con cría culona se vendieron como mínimo a unos 1.400 euros. Y de ahí para arriba. Hasta los 4.200 euros que se pagaron por una preciosa vaca carreñana y su menos estupenda cría en el que, casi con toda seguridad, fue el mejor trato de una feria en la que se vio a muchos tratantes llegados desde Galicia, País Vasco o Madrid, región para la que un solo comprador se llevó un lote de medio centenar de cabezas de ganado vacuno.

 En definitiva la localidad canguesa de Corao fue de nuevo, por unas horas, capital ganadera de Asturias. Y no faltó tampoco, en la zona ocupada por el ganado menor, cabras y ovejas, la denuncia de unos ganaderos que están muy hartos de ver cómo los ataques del lobo merman una reciella fundamental en la elaboración de quesos como los de Gamonéu o Cabrales.

domingo, 2 de marzo de 2014

De aguinaldo por Cazu

Once mozos solteros de la parroquia de Santa María de las Nieves mantienen viva esta tradición previa al Carnaval


La comitiva, llegando a Cazu en sus caballos engalanados. FOTO: J. CASO

JAVIER G. CASO

Cuando llevas unos años sin disfrutarlas presta vivir de nuevo esas tradiciones arraigadas en algunos pueblos de nuestro entorno como el aguinaldo de la parroquia pongueta de Santa María de las Nieves de  Cazu. Como público. Porque sólo los mozos solteros naturales de allí, o con raíces familiares en los pueblos de Sellañu, Cazu, Ambingue, Los Lladeros, Triviertu y Priesca, pueden salir a pedir el aguinaldo. Hubo años en los que se juntaron cerca de cuarenta. En esta ocasión iban a ser una docena, pero a última hora falló uno y al final fueron once los jinetes que, a media mañana, partían este domingo dos de marzo desde Sellañu animados por el ruido ensordecedor de los voladores. 

 
El gaitero Oscar Fernández puso música al aguinaldo. FOTO: J. CASO
Como siempre el primer pueblo que visitaron fue Cazu, a donde los mozos llegaron a los gritos de ¡Viva el aguinaldo! y ¡Viva los aguinalderos!. En la primera parada, y mientras Oscarín hacía sonar en su gaita música de lo más variada, llegaron los primeros donativos de los vecinos. Y fueron generosos. Hace décadas, como recordaban los vecinos de más edad, lo más común es que los aguinalderos recibieran chorizos, huevos, o cualquier otra vianda. "De aquella no había otra cosa", explicaba Agustín Llera, quien recordaba aguinaldos en los que los vecinos llegaron a obsequiar a los aguinalderos con cuatro o cinco cestas de huevos. Ahora lo que les dan es dinero. "El promedio estará en unos 50 euros por casa", comentó Cesáreo, otro vecino de Cazu.  

Cesáreo Llera entrega su aguinaldo a uno de los mozos. FOTO: J. CASO   





Los aguinalderos, delante de la torre de Cazu. FOTO: J. CASO


 Entre la comitiva de mozos aguinalderos, había de todo. Desde novatos como Pedro Collado, que corría su primer aguinaldo con doce años. Pero la mayoría eran veintiañeros, la mayoría con varios aguinaldos a sus espaldas. Y entre el público mucho ex aguinaldero. Desde octogenarios a jóvenes como Gumer Martínez, casado en abril del pasado año. Perder la soltería supone tener que dejar de correr el aguinaldo. Aseguraba que lo sentía, pero al mismo tiempo estaba muy orgulloso de que los que vienen por detrás mantengan viva esta tradición tan arraigada en esta parroquia pongueta y que siempre se celebra el domingo anterior al martes de Carnaval. La caballería del aguinaldo no paró en todo el día hasta completar, ya por la tarde, su recorrido por los seis pueblos de la parroquia. De vuelta en Sellañu fueron agasajados con frixuelos, rosquilles y fayueles, unos dulces que también pudo saborerar el público asistente. Pero el aguinaldo no es más que el primer capítulo de una fiesta que tendrá como colofón la cena de aguinalderos que se celebrará en Sellañu el próximo sábado ocho de marzo, fnanciada con el dinero obtenido durante el aguinaldo y en la que participarán tanto mozos como mozas. Eso sí, todos solteros. La novedad de esta año será el trofeo que se entregará al caballo mejor engalanado de todos los que corrieron el aguinaldo.