Sabíamos de su gran nivel artístico. Fran Beran es autor de
numerosos carteles dedicados a muy distintos temas locales: desde las
fiestas de San Antoniu, los carnavales, el día de Asturias u otras
citas festivas locales. También ilustró folletos turísticos, como
aquel que le encargó Ramón Hevia cuando era presidente de la
asociación Iniciativas Canguesas de Turismo ( INCATUR) y que incluía
un minucioso dibujo de la ciudad de Cangas de Onís con sus casas,
sus calles y sus principales monumentos. Hablamos de un folleto que
el propio Ramón Hevia mostró a los asistentes a la presentación
del libro de Fran Beran y que sirvió para recordar su trayectoria y
sus obras,la mayoría de los cuales realizó de forma desinteresada.
Siempre fue mucho Fran de dejarse ver por Cangues. Desde que se
jubiló sus paseos fueron a más y es raro no cruzarse con él casi a
cualquier hora. Hace cosa de tres años decidió salir a la calle
acompañado de un bloc y de un rotulador negro. Así nacieron sus
primeros dibujos. Del rotulador, y sin dejar de dibujar a mano, un
detalle que recalca para evitar malentendidos, Fran pasó al dibujo
digital, con lápiz y en el que el cuaderno de cartulina fue
sustituido por la pantalla de un ipad. “Pero sigo dibujando a mano,
que conste. Aunque lleve mis dibujos en el móvil con el que
fotografío a mis personajes, no hay ninguna aplicación que haga
esos dibujos ella sola”, advierte el artista.
Su libro aúna paisanaje y paisaje con dibujos que dan cuenta de esas
calles en las que desarrollan sus vida las personas a las que dibujó.
Unos dibujos, que no quiere calificar de retratos y que no se
terminan, espera, en este libro que acaba de ver la luz. Confía en
darles continuidad en un segundo volumen. Por eso sigue paseando y
dibujando; de hecho ya tiene hechos más de sesenta dibujos de otros
tantos cangueses de cara a un próximo libro. Ahora todo resulta muy
sencillo. Al principio, a quien elegía por la calle, tenía que
explicarle por qué le quería hacer una o varias fotos. Era eso o
hacerlos posar durante horas, algo imposible. A estas alturas ya no
hace falta que explique que esas imágenes las toma para luego
realizar un dibujo de esa persona. Todo el mundo conoce su proyecto
artístico. Por eso son muchos los que quieren ser dibujados por Fran
Beran y así se lo hacen saber. De algunos, reconoce, casi no sabe ni
cómo se llaman. Pero, por una u otra razón, decidió dibujarlos. Es
una forma, reconoce Fran, de dejar constancia de “esa gente que te
encuentras por la calle, de la que no recuerdas su nombre y tienes
que buscar a un conocido común para preguntarle.” Y es que a
veces, tal y como expresa el autor en el texto de la contraportada de
su libro en cuantas ocasiones, y en cuantas conversaciones con algún
vecino no solemos preguntarnos “¿qué sería de aquel que siempre
nos saludaba en el bar? Sí hombre, siempre con una chaqueta gris y
camisa de cuadros y pidiendo un vino de la casa. ¿Cómo se llamaba?”
Por eso, y en cierta forma Fran ha puesto, nos ha puesto, deberes a
sus lectores. Los personajes dibujados tan solo van acompañados de
su nombre, en muchos casos su diminutivo. “Sin comentario alguno”,
apostilla en la contraportada. “Quien quiera añadir algo más
tiene a su disposición un espacio debajo para hacerlo”, añade
Beran. La escritura de esa particular reseña tiene todo su sentido
si nos atenemos al título del libro: “Antes de que dejemos de
conocernos”. Y qué mejor forma de recordar a todos esos vecinos
que dedicarles unas pequeñas líneas en las que cada uno dejemos por
escrito, por ejemplo, su nombre completo, sus apellidos, oficio,
parentesco...En fin, lo que se nos ocurra. En mayor o menor medida
los conocemos a todos. En muchos casos no faltarán anécdotas o
sucedidos que conozcamos de esos personajes. Dejarlos por escrito al
pie de cada dibujo como nos propone Fran, es una idea genial. Seguro
que más de uno se ha decidido a coger el boli para escribir un
pequeño perfil de cada personaje. Otro tanto se puede hacer con los
dibujos de las calles y rincones de Cangas de Onís que ilustran las
páginas del libro y que seguro que también inspirarán no pocos
recuerdos a cualquier cangués.
En definitiva, toca dar la bienvenida a este libro tan original y
también solidario. A propuesta de su autor el Ayuntamiento de Cangas
de Onís ha decidido no regalarlo. Todos los ejemplares editados,
unos 200, se han cedido al colectivo local Rosa Palo para que los
venda. Y todo lo recaudado con la venta de “Antes de que dejemos de
conocernos” irá destinado a la investigación del cáncer de mama.
Enhorabuena a Fran Beran por ese gesto y por este libro, todo un
retrato coral de la sociedad canguesa del que ya esperamos ansiosos
una nueva entrega.