UA-47047058-1

jueves, 29 de mayo de 2014

El Pontón y el Museo de la Siderurgia y la Minería de Sabero

El viaje desde Cangas de Onís por la N-625 permite disfrutar del paisaje del desfiladero de los Beyos y de un equipamiento museístico muy interesante tras un trayecto de apenas 2 horas

La carretera N-625, a la altura del Puente Angoyu, en el desfiladero de los Beyos. FOTO: J. CASO

Por Javier G. Caso


Los municipios ribereños del Sella, todos sin excepción, siempre han tenido en la carretera del Pontón su salida natural a la meseta. La N-625 es, sin duda alguna, una vía de comunicación estratégica para esta comarca del Oriente de Asturias, aunque en los últimos años no haya recibido la atención que se merece. El abandono es tal que el mal estado y el abandono que sufre ya casi nos parece hasta normal.


Pese a todo sigue siendo una de las carreteras de montaña más bellas de toda España, eso que ahora los más cursis denominan vías verdes; sobre todo en el tramo que discurre por los Beyos, el desfiladero del Alto Sella, bautizado en su día por el montañero y viajero francés Paul Labrouche, a finales del siglo XIX, como la “entalladura fantástica”.

Placa que recoge la cita de Paul Labrouche en la Huera. FOTO: J. CASO
 
De críos, tanto cuando íbamos a la escuela como al instituto, ya un poco más mayorinos, hicimos muchos viajes en autobús por aquella carretera tan maravillosa pero plagada de curvas que se retorcía y retorcía por los Beyos y que sólo disfrutaban los que no se mareaban. Los otros, los pobres, si tenían suerte antes de echar la pota, tenían tiempo a pedir la bolsa del mareo para vomitar que, por cierto: ¿Por qué siempre eran azules? Si aquellas excursiones de un día eran turismo, entonces quienes formábamos parte de aquellos grupos de escolares o del catecismo, entonces éramos turistas, palabra entonces desconocida para la mayoría de nosotros.

La carretera del Pontón, en los Beyos. FOTO: J. CASO


En los últimos años es en el verano cuando tengo alguna oportunidad de ir a León, o de regresar, por esta ruta. Siempre solo. Lo que para el resto de la familia es una tortura, para mí, circular por la carretera del Pontón resulta un inmenso placer, uno de esos viajes que siempre estoy dispuesto a realizar y en el que disfruto de verdad conduciendo. Pese a las curvas. Por muchas razones. Ya no es solo por los bellísimos y variados paisajes que se atraviesan. En apenas una hora pasamos del valle medio del Sella, en Cangas de Onís, de las vegas fluviales cada vez más estrechas de Amieva, a un desfiladero tan angosto como el los Beyos, también denominados Foz de Covarcil, un topónimo defendido por el cangués Gerardo López en su último libro. Y tras ese encajonamiento del Sella, ya en su parte alta, el paisaje se abre de nuevo en el valle de Sajambre donde se asientan pueblos como Ribota u Oseja.


Vista de Ribota. Al fondo la Pica Ten. FOTO: J. CASO

 A continuación la carretera serpentea a la vez que asciende, primero por una zona de praderías y luego de bosques, hasta llegar a lo más alto del Puerto del Pontón. Desde aquí no queda más que descender de forma cómoda hasta llegar a Riaño

Alto del Pontón, en la Nacional 625. FOTO: J. CASO

La ermita y la casería del Pontón, muy cerca del puerto. FOTO: J. CASO

Además este viaje ofrece la oportunidad de ponerse nostálgico al volante y evocar, por ejemplo, a aquel bellísimo pueblo, Riaño, que sucumbió en los 80 junto a otros más, bajo un pantano que se comió una parte importante de la Montaña Oriental leonesa. Una comarca, ésta, que aún no se ha recuperado de aquel trauma. Pues bien, entre los atractivos de esta comarca se encuentra un equipamiento museístico de los que merecen la pena de verdad. Se trata del Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, ubicado en la antigua Ferrería de San Blas, en la localidad leonesa de Sabero, a poco más de hora y media de viaje de Cangas de Onís. Tuve el placer de visitarlo el pasado verano durante el mes de agosto en una parada de camino a Veguellina de Órbigo.

Vista de la nave central del museo de Sabero. FOTO: J. CASO


Más allá de sus contenidos museísticos, lo primero que impresiona nada más entrar es el propio edificio de la antigua ferrería, construido en ladrillo y piedra, allá por 1847 y que destaca por su estilo neogótico. Bajo sus enormes arcos apuntados y sus tres naves, la central y las dos laterales, se encuentran las distintas salas de un museo que incluye una maqueta a gran escala del valle de Sabero, una zona en la que las primeras prospecciones mineras se remontan a 1830, en la que actividad extractiva se prolongó durante 120 años y dónde aún se conservan restos de los cargaderos de los hornos de cock que allí funcionaron. En el museo pueden contemplarse varias reproducciones exactas de algunas de las máquinas que en su día funcionaron en la Ferrería de San Blas. Pensar que esos ingenios mecánicos llegaron desde Europa hasta este rincón perdido de la Montaña Oriental leonesa, a mediados del siglo XIX, en carros tirados por caballerías es algo que deja flipado a cualquiera que se pare a pensarlo. Sobre todo si tenemos en cuenta que, de aquella, la línea de ferrocarril entre La Robla y Bilbao, inaugurada en 1894, no estaba aún construida. 

Pozo minero abandonado, en el valle de Sabero. FOTO: J. CASO

La visita al museo permite, a su vez, revivir el esplendor de una comarca minera como la de Sabero. La presencia de varios castilletes de gran porte es lo único que nos hace intuir la importancia que en su día, y hasta los primeros años de la década de los noventa del pasado siglo, tuvo la minería del carbón en este lugar que merece muy mucho conocer y que se encuentra a tiro de piedra de Cangas de Onís y del Oriente de Asturias. En la vertiente Sur de la Cordillera Cantábrica. Anímense a visitarlo.

La décima de los alumnos del Bachillerato Artístico del Instituto Rey Pelayo

La Casa de Cultura de Cangas de Onís clausura la exposición EXPOSIBLE X

 

Vista de Cangas de Onís, de Alberto Claver, una de las obras expuestas por los alumnos del Rey Pelayo. FOTO: J. CASO
 Por Javier G. Caso

"Aquí nos tienes otra vez consiguiendo la décima antes que algún otro equipo. Dos generaciones de metaestudiantes, neoartistas non finito, que dejan un recuerdo colorido en las paredes del centro del Rey y exponen en las de la Casa de Cultura. Dibujo, pintura, diseño, foto, escultura...
Fruto vocacional de este nuestro oficio deseando ser visto por todos ustedes".

Con estas palabras, recogidas en el folleto de la agenda cultural de la Casa Municipal de Cultura de Cangas de Onís relativa al mes de mayo presentaron su X exposición la veintena de alumnos del Bachillerato Artístico del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Rey Pelayo, una muestra que estuvo colgada desde el pasado miércoles 7 de mayo y que fue clausurada en el día de ayer.

Grupo de obras confeccionadas con distintas técnicas. FOTO: J. CASO


Trece años hace desde que en el Rey Pelayo, único centro educativo de la comarca que lo imparte, se implantó el Bachillerato Artístico y desde hace diez sus alumnos nunca han faltado a su cita anual con el centro cultural cangués para dar a conocer los trabajos realizados a lo largo del curso. En la sala de exposiciones de la antigua cárcel se han podido contemplar cuadros como esta Vista de Cangas de Onís, firmado por Alberto Claver, alumno de 2º de Bachillerato Artístico y que, como él mismo explicó está inspirado en dos grandes artistas como Cezanne y Picasso. A su lado Claver colgó los bocetos que tuvo que elaborar como preparación de esta obra que fue su proyecto de fin de curso y que llamó la atención hasta el punto de tener a más de una persona interesada en su adquisición.

Otra de las obras que se mostraron en Exposible X. FOTO: J. CASO


Pero en la misma exposición pudieron verse otras muchas obras, hechas a lápiz, rotulador, carboncillo, tanto figurativas como abstractas; pero en la mayoría de ellas lo que pudo constatarse es la calidad y el nivel de estos alumnos, algunos de los cuales tienen muy claro por dónde discurrirá su futuro académico en la universidad. Algunos como Alberto Claver reconocieron que estudiarán Bellas Artes. Otros como Silvia Laguna, apuestan por la animación. La evolución de sus alumnos desde que iniciaron sus estudios en el Bachillerato Artístico, así como el trabajo que hay detrás de cada una de las obras que se mostraron con motivo de Exposible X, fueron algunos de los aspectos más destacados por parte de sus profesores. Quedamos a la espera de la undécima edición de esta interesante muestra artística.

lunes, 26 de mayo de 2014

La Feriona de mayo convirtió otra vez a Corao en capital ganadera de Asturias

Las vacas paridas con cría centraron la mayoría de los muchos tratos que se cerraron

 

Un grupo de vacas con sus terneros, en el Castañeu de Corao, durante la Feriona. FOTO: J. CASO 


Por Javier G. Caso

 
 Corao se convirtió una vez más en la capital ganadera de Asturias de la mano de la feria de mayo, rebautizada desde hace años como la Feriona, una cita ganadera marcada por la masiva afluencia de reses, ganaderos y público. La de este año, que se prolongó desde ayer domingo hasta hoy lunes, día oficial de celebración, estuvo marcada por el alto volumen de transacciones que se cerraron tanto en el recinto ferial del castañeu como en las fincas colidantes, convertidas en verdaderas pasarelas para una mejor exposición y venta de los animales llevados a la feria.

Línea de amarres y público asistente a la feria. FOTO: J. CASO
"Los precios están muy altos", comentaron varios tratantes consultados, una declaración que daba una pista de por dónde iban los tiros. En esta ocasión el ganado se pagó a buen precio y las vacas paridas con cría, que fueron las más demandadas por los compradores, se movieron en una horquilla de precios que iba desde los 1.500 hasta los 2.000 euros, siempre hablando de animales de una calidad contrastada, ya que las vacas más corrientes se vendieron a precios inferiores al millar de euros. En cuanto a la que pudo ser la mejor operación de la feriona, una venta que ya quedó cerrada la tarde del domingo, la protagonizó un ganadero de Ribadesella que despachó en 3.600 euros una vaca de raza Asturiana de los Valles acompañada de una cría culona



Primitivo García y Kiko Vega, en el momento de cerrar un trato. FOTO: J. CASO
 Si hay un gesto que muestre el momento en el que se cierra un trato en una feria ese es el tradicional apretón de manos. Como el que se puede ver en la fotografía superior y que protagonizaron el tratante de Belmonte, Primitivo García, y el vecino de La Fresneda (Amieva), Francisco Vega, Kiko. Estuvieron un buen rato dale que te pego y no faltó algún que otro renuncio por parte del comprado hasta que, con la ayuda de un terciador, el trato quedó cerrado y dos preciosos xatos culones criados en Amieva tomaron rumbo a Belmonte de Miranda, una tierra donde abunda el ganado de calidad de raza Asturiana de los Valles. Hacia Galicia y otras comunidades autónomas como País Vasco o Castilla-León viajaron varios lotes de ganado vacuno, mientras que unos tratantes llegados desde el Sur de Francia, que acuden a la Feriona desde hace algunos años, comentaron que en esta ocasión se habían hecho con un lote de 70 vacas paridas de raza carreña.

Un comprador tira una vaca para conducirla a un camión. FOTO: J. CASO
 No hay cita ganadera en Asturias que haga sombra a la Feriona de Corao, como demuestra el hecho de que, aunque todo el mundo sabe que su fecha de celebración es el 26 de mayo, lo cierto es que la víspera ya hubo tanta feria, si no más, como el mismo día grande. Algunos de los asistentes no dudaron en afirmar que durante la tarde de este domingo pudieron llegar a cerrarse "un 70%" del total de transacciones realizadas en esta feria. De ahí que más de uno podamos llegar a pensar si no habría que sopesar la posibilidad de que la Feriona de mayo se celebre de forma oficial a lo largo de las dos jornadas en las que ya se desarrolla de facto.

viernes, 23 de mayo de 2014

Cangas de Onís también es la tierra del vigente campeón nacional de la raza casina

El toro "Piloñu", de casi 7 años y 800 kilos de peso, pertenece a la ganadería La Piquera, situada en la localidad de Zardón

 
Piloñu, campeón nacional de la raza Asturiana de la Montaña. FOTO: J. CASO

 Por Javier G. Caso

Ahí lo tienen. Ese animal que aparece en la fotografía superior es el toro Piloñu, un ejemplar de casi 7 años y 800 kilos de peso. Es el vigente campeón nacional de la raza Asturiana de la Montaña, título que alcanzó el pasado 11 de mayo en Cangas de Onís, durante la celebración del XXVII Concurso Subasta nacional de la raza casina.  Piloñu se coronó en casa ya que es propiedad de la ganadería La Piquera, de la localidad de Zardón y de la que son titulares Tomás Allende Nieda y su hija Covadonga, quienes se encuentran más que satisfechos del éxito alcanzado por su semental. Pero Piloñu ya sabe bien lo que son los laureles de la victoria. En 2009 ya se proclamó campeón nacional cuando aún era un novillo. Además ya le venía de familia ya que su padre también fue en su día declarado como el mejor toro de la raza casina. 

Tomás Allende siega verde a guadaña, con Piloñu al fondo. FOTO: J. CASO
 Aunque ha crecido en el concejo de Cangas de Onís, lo cierto es que Piloñu, de ahí su nombre, nació en una ganadería de La Matosa, en el concejo de Piloña, pero cuando era aún xatín fue adquirido por el cangués Tomas Allende. Este ganadero cangués lo vio por primera vez en Campu Casu durante un concurso ganadero. De aquella el animal "tendría cosa de un mes". Le gustó y se hizo con él por 700 euros y quedó con su propietario en traerselo para Zardón en el momento del destete, cuando cumplió los cinco o seis meses. Desde entonces Piloñu pasta junto a las vacas de Tomás Allende en distintas fincas del concejo cangués.

Piloñu pastando en compañía de otras reses. FOTO: J. CASO

De Piloñu lo primero que llama la atención son sus potentes manos o cuartos delanteros, su color y la colgadera del pecho. Se trata de un semental que ya tiene una larga descendencia que sus propietarios cifran en unos 30 animales, entre ellos la xatina Pasterina y el teneru Piloñín, de apenas unos meses y que según los responsables de la ganadería La Piquera en unos años está llamado a reeditar los éxitos como campeón de la raza casina que ahora acaba de conseguir Piloñu.



domingo, 18 de mayo de 2014

Una monografía que estudia en profundidad un desfiladero que es límite entre Cangas de Onís y Amieva

El escritor y montañero Francisco Ballesteros publica "La garganta del Dobra y las sierras de Vis y Amieva"



El autor, firmando libros en Vis. A su lado Enri, uno de sus informantes. FOTO: J. CASO
Por Javier G. Caso

Cuatro de años de trabajo que ahora cristalizan en un voluminoso libro: La garganta del Dobra y las sierras de Vis y Amieva. Ese es el título de la monografía que acaba de publicar el escritor y montañero Francisco Ballesteros Villar (Oviedo, 1940), editada por la Fundación María Cristina Masaveu Peterson y que estudia este territorio desde una triple perspectiva: geográfica, histórica y etnográfica. Para ello el libro se estructura en cuatro apartados, titulados el agua, la tierra, la vida y las rutas, ya que se incluyen hasta 46 itinerarios de los que en su día emplearon los pastores de Amieva y de Cangas de Onís para llegar "hasta los últimos rincones de pasto" existentes en ese desfiladero del Dobra, tanto en sus dos vertientes, como en las sierras de Vis y de Amieva, ambas del lado del concejo del mismo nombre. Se trata realmente de un territorio muy poco conocido y en el que, tal y como ha constatado Francisco Ballesteros, existían numerosas informaciones erróneas por parte de la Administración, debido sobre todo a lo abrupto e inaccesible del desfiladero del Dobra, al menos para quienes no habitan en su entorno.

Portada del libro. FOTO: J. CASO

"Este es un territorio sin caminos", explica el autor, quien además reconoce que las sendas que en su día existieron "han desaparecido" en su mayoría. Ello no impide que Ballesteros, con la impagable ayuda de numerosos vecinos, haya logrado reunir e incluir en su libro algo más de 4.000 topónimos, todos ellos ubicados en la zona de estudio, lo que da cuenta de lo importante que ha sido la ocupación de esta franja de tierra, límite entre los concejos de Amieva y Cangas de Onís, y  que Francisco Ballesteros califica de "hermosa y sobrecogedora". De hecho en algunos puntos la verticalidad es prácticamente absoluta. Y sin embargo la garganta del Dobra ha sido hasta décadas solar de pastores de cabras y ovejas desde el Neolítico, como demuestra el alto número de cuevas utilizadas tanto para guardar el ganado como asentamiento de esos pastores.

La Olla de San Vicente, desde Vis. FOTO: J. CASO
Ni que decir tiene que el gran protagonista de este libro es el Dobra, uno de los principales afluentes del río Sella y que, a lo largo de todo su recorrido, tiene en esa espectacular garganta algunos de sus rincones más bellos y espectaculares, como es el caso de la Olla de San Vicente, uno de sus pozos más impresionantes y que en los últimos años atrae a numerosos turistas. Por encima de la Olla, en la orilla canguesa, queda el Ríu la Vara, la única casa metida de verdad en pleno desfiladero del Dobra y en la que vivió durante muchos años Agustín Crespo. Nacido en Vis, a su regreso de los Estados Unidos ya jubilado, optó por instalarse en el Ríu la Vara porque buscaba un lugar tranquilo y sin ruidos. Su historia es una de las muchas que aparecen en este libro de Francisco Ballesteros, quien a su vez se ocupa de los seis pueblos del concejo de Amieva más próximos a la garganta del Dobra: Vis, Sames, Carbes, San Román, Cien y Amieva. Algunos de sus vecinos colaboraron de forma estrecha con el autor de La garganta del Dobra, hasta el punto de que el propio Ballesteros no ha dudado en afirmar que este libro "no hubiera sido posible" sin la colaboración de esos vecinos que actuaron como informantes acerca de la rica toponimia de la garganta, así como de guías. El libro incluye un buen número de fotografías panorámicas en las que se sitúan los topónimos descritos.

Ni que decir tiene que pese a la descripción de itinerarios que se recoge en el libro, y a pesar de que su autor reconoce que no es partidario de prohibiciones, lo cierto es que el grueso de esos itinerarios sólo están al alcance de montañeros muy, pero que muy, expertos y avezados. Ello no impide que por ejemplo también haya excursiones tan sencillas y bonitas como la que va desde el Puente Dobra hasta la Olla de San Vicente.




martes, 13 de mayo de 2014

El cangués Manuel Traviesa, de Ixena, cría las mejores vacas casinas

Su vaca "Bandera II" se proclamó este fin de semana en Cangas de Onís campeona nacional de la raza Asturiana de la Montaña

Manuel Traviesa y Bandera II,  su vaca campeona, en una finca de Ribadesella. FOTO: J. CASO

JAVIER G. CASO
LLOVIU/ RIBADESELLA

Las mejores vacas de la raza Asturiana de la Montaña, las populares casinas, se crían en Cangas de Onís. Este fin de semana, durante el XXVII Concurso Subasta Nacional de esta raza de vacuno autóctona, el ganadero Manuel Traviesa, se llevó al premio al mejor criador de vacas casinas. Además, por si fuera poco, una de sus vacas, Bandera II, de 12 años, se proclamaba campeona nacional, un galardón que ya había ganado en otras ocasiones en este mismo certamen. Y en la edición del pasado año había quedado subcampeona.



Bandera II y su cría, de apenas veinte días. FOTO: J. CASO

"Esta es la cuarta vez que consigue ser la campeona y en otra ocasión quedó la segunda", explica Manuel Traviesa, quien a sus 35 años se ha consolidado como uno de los criadores de vacas casinas más reconocidos. Lleva 17 años al frente de la ganadería familiar, que fundara su padre, el fallecido Ángel Traviesa, y en catorce ocasiones se ha llevado el premio al mejor criador de la raza Asturiana de la Montaña, con todo lo que eso supone. Por lo pronto este domingo, sin salir del mercado de ganado de Cangas de Onís y antes de la clausura del concurso de la vaca casina, conseguía vender dos xatinos de apenas un mes en nada menos que 2.000 euros cada uno, un precio inmejorable si tenemos en cuenta que los novillos que salieron a subasta se vendieron a unos precios que oscilaron entre los 800 y los 1.250 euros. Y hablamos de ejemplares de no más de 7 meses.

La vaca Guindina, un ejemplar de siete años. FOTO: J. CASO


En estos momentos Manuel Traviesa cría, entre grandes y chiques, un rebaño compuesto por unas 170 cabezas de ganado vacuno, todas ellas casinas por supuesto. Todas, asegura, son descendientes de Guinda II y de Ranchera, dos vacas que en su día también fueron campeonas nacionales de la raza Asturiana de la Montaña. A la espera de que el próximo 1 de junio pongan rumbo a la Montaña de León, a unos puertos próximos a la localidad de Casasuertes, cerca de Riaño, la decena de animales que Manuel llevó al XXII Concurso Subasta Nacional de la raza casina, permanecen en una finca de Ribadesella.


Varias de las reses de Traviesa, en un prado. FOTO: J. CASO

 Forman parte de ese lote ejemplares como Guindina, de 7 años y que fue campeona nacional de su categoría en 2021, Favorita o Postinera, subcampeonas en ediciones anteriores y el semental Parrau, subcampeón nacional en su día cuando era un novillo. Respecto a la Bandera II, la flamante campeona de este año, su propietario reconoce que ya le queda poco tiempo para repetir triunfos. Pero Manuel reconoce que alguna de sus hijas, vacas jóvenes de cinco o seis años, ya apunta maneras de cara a suceder a su madre como la mejor vaca de la raza casina. Su última cría es una xatina de apenas veinte meses que corretea por el prado junto a Bandera II y que según Manuel Traviesa "promete". Habrá que hacerle caso. Desde luego sus muchos premios y su experiencia como criador de la raza Asturiana de la Montaña lo avalan.











lunes, 12 de mayo de 2014

Exitoso estreno del videoclip "Happy from Cangas de Onís"

La Casa Municipal de Cultura acogió la presentación del vídeo musical dirigido por Nacho Cadenaba y protagonizado por numerosos cangueses

Un momento de la presentación de "Happy from Cangas de Onís". FOTO: J. CASO
Por Javier G. Caso

La clausura del programa de ocio juvenil desarrollado a lo largo de los últimos meses por la Casa Municipal de Cultura de Cangas de Onís no pudo tener mejor colofón: el estreno del vídeoclip Happy from Cangas de Onís. Todos los que esta tarde asistieron a su puesta de largo, en una salón de actos de la casa de cultura que registró una gran entrada, disfrutaron de lo lindo con esta divertida grabación audiovisual, grabada en los últimos meses y  en la que participaron numerosos vecinos y comerciantes cangueses. Ninguno de ellos dudó en ponerse a las órdenes del director del vídeo, el también cangués, Nacho Cadenaba.

Se trata de uno vídeo que utiliza como banda sonora Happy, el exitoso tema del cantante, productor y compositor de música estadounidense Pharrel Williams. La versión canguesa llega después de que otros ayuntamientos de la comarca, como Llanes y Ribadesella, así como el de Oviedo, ya cuenten con su propio Happy, en más de un caso grabados de forma profesional. El que se acaba de estrenar hoy en Cangas de Onís, pese a ser más casero y amateur, no desluce ni desentona en absoluto con los grabados en otros concejos. Ni mucho menos.

 Además de divulgar algunos de los lugares y monumentos más representativos del concejo, como Covadonga, Los Lagos, el Puente Romano, la Capilla de Santa Cruz o la de San Antoniu, a lo largo del vídeo no faltan momentos divertidos de verdad, como cuando Juan Chaso mueve el esqueleto delante de la estatua de Pelayo, en Covadonga, o cuando Arturín Coro e Iván Ania bailan en la Vega de Enol. También podemos ver a mucha chavalería bailando en San Antoniu, el parque infantil de Santa Cruz, la pasarela sobre el Güeña. Ni la gente de Emburria quiso perderse eso de salir en Happy from Cangas de Onís.

 Son muchos los cangueses que han hecho posible este vídeo tan, tan divertido en el que junto a su director, han participado el Ayuntamiento de Cangas de Onís, la Casa de Cultura, la empresa Fusión, la asociación Emburria, el Cánicas Atlético Club y un buen número de establecimientos del comercio local. Ahora tras su estreno, un acto que presidió el alcalde cangués, José Manuel González Castro, la grabación será difundida por la Casa de Cultura a través de las redes sociales a partir de mañana martes. La diversión está garantizada. No se lo pierdan.




martes, 6 de mayo de 2014

Cangas de Onís, capital de la gaita

El concierto de las formaciones participantes sobre el escenario del Teatro Colón puso el broche de oro al V Festival de Gaitas Ciudad de Cangas de Onís


La Banda Gaites Conceyu de Siero, durante su actuación en el Teatro Colón. FOTO: J. CASO

La banda canguesa repasó sus cinco años de historia con una exposición retrospectiva que sorprendió por su originalidad

Por Javier G. Caso

Cangas de Onís sonó de lo lindo a lo largo del pasado fin de semana. De la mano de la banda de gaitas local, que este año conmemora su quinto aniversario, la capital canguesa acogió una nueva edición, también la número cinco, de su Festival de Gaitas. El día grande tuvo lugar el pasado sábado y los mejores momentos fueron durante la tarde de ese día, primero con el pasacalles al que siguió el posterior y espectacular concierto en el Teatro Colón que atrajo a numeroso público. Por el escenario pasaron las bandas de Gaitas de Burela (Lugo), Conceyu de Siero, Picos de Europa de Cabrales y, por supuesto la anfitriona, la Banda de Gaitas Ciudad de Cangas de Onís, formación que dirige desde sus inicios Jesús M. Gómez Pellico.

Actuación de la Banda de Gaitas de Cangas de Onís. FOTO: J. CASO


Actuación de la Banda de Gaitas de Burela. FOTO: J. CASO


La de Cangas de Onís es una formación musical joven. Ello no impide que desde hace cinco años haya desempeñado una intensísima actividad con un sinfín de actuaciones por toda la comarca oriental, Asturias, otras regiones españolas e incluso el extranjero. En este tiempo no recuerdo evento festivo local en el que no hayan sonado las gaitas de la banda local, a la que hemos visto en fiestas tan populares como las de San Antoniu, la del Pastor o la Fiesta de las Piraguas. Pero también en la Cabalgata de Reyes y en muchas otras.

Vista de la exposición organizada por la banda de gaitas local. FOTO: J. CASO
 
Para hacerse una idea de lo mucho que han trabajado en estos cinco años, nada mejor que haberse dado una vuelta por la exposición retrospectiva que la Banda de Gaitas Ciudad de Cangas de Onís mantuvo abierta a lo largo de todo el fin de semana en la carpa instalada en la plaza Camila Beceña, junto al ayuntamiento cangués. A través de numerosas fotografías el visitante podía seguir la actividad desarrollada desde aquella primera actuación durante unas fiestas de San Antonio. O los lugares a los que han viajado y a los que han llevado la música tradicional asturiana, a la vez que de la mano de sus gaitas representaban al concejo de Cangas de Onís. Tampoco faltan en la exposición referencias a otros gaiteros cangueses como el inolvidable Gaitero Mayor José Remis Ovalle, el Roxu de Onao, Luis el de Jelgueres o Lebrel, así como a Dominico Foyo, Minico, y su Grupo Folclórico Güeña, que durante años también contó con su propio grupo de gaitas.


En definitiva, un  fin de semana musical, protagonizado por una Banda de Gaitas como la de Cangas de Onís, cuya capacidad de organización y buen hacer podrían sorprender en una trayectoria que, aunque corta, está claro que es intensa. Ojalá sigan a este ritmo muchísimos años más.

El Campanu del Sella y la subasta que se llevó el restaurante El Ñeru gracias a las nuevas tecnologías

El equipo formado por Fernando Caso y Paco el Peluqueru se mantuvieron en contacto permanente durante la puja a través de sus teléfonos móviles hasta que consiguieron hacerse con el primer salmón del Sella de la presente temporada

Fernando Caso, a la izquierda, y Paco, a la derecha, sostienen el Campanu del Sella, mientras simulan hablar por teléfono. FOTO: J. CASO

 Por Javier G. Caso


¡Qué cosas! Lo que es la modernidad. De no ser por los teléfonos móviles, el resultado de la subasta del Campanu del Sella 2014, celebrada en Cangas de Onís el pasado 27 de abril, habría sido otro y con toda seguridad tan preciado pez no habría acabado en la cocina del restaurante El Ñeru, de Madrid. Así habría sucedido en aquellos tiempos gloriosos, y no tan, tan lejanos, en los que para una conferencia entre Asturias y Madrid tenía que intervenir una operadora o telefonista.

 Sin embargo las nuevas tecnologías permitieron que Fernando Caso, desde la capital de España, pudiera participar en la subasta gracias al contacto permanente que mantuvo, a través del móvil, con el cangués Francisco Martínez San Martín, Paco el Peluqueru, quien actuó en la puja como representante del restaurante El Ñeru. La comunicación no falló en ningún momento entre Fernando y Paco, quienes al final se llevaron el Campanu tras ofrecer 5.100 euros por él, una cifra que ninguno de los otros diez pujadores superó. Desde luego mostraron interés y ganas. No en vano el equipo de El Ñeru pujó hasta en ocho ocasiones por el Campanu en  una subasta que arrancó con un precio de salida de 1.500 euros y que, finalmente, se cerró en los 5.100 ya mencionados.

La imagen superior, tomada el pasado lunes 28 de abril, al día siguiente, es todo un resumen de lo que fue la subasta. Fernando Caso, a la izquierda, y Paco, a la derecha, sostienen el Campanu mientras, móvil en ristre, simulan las conversaciones que mantuvieron durante toda la puja hasta hacerse con ella. Entre ambos puede verse a Guillermo Vega Díaz, Emo el de la Pina, el pescador que, a las 7,35 horas de la mañana del domingo 27 de abril, conseguía echar a tierra el primer salmón de la actual temporada casi bajo el mismo arco del Puente Romano de Cangas de Onís, un ejemplar de 79 centímetros de largo y 5,400 kilogramos de peso.

Y de esta forma, vía telefónica, el Campanu del Sella ha acabado degustándose en la capital de España, en la muy castiza calle Bordadores, donde tiene su sede el restaurante El Ñeru, establecimiento fundado hace décadas por el fallecido hostelero de Cangas de Onís, Vicente Caso Coviella.