Los ganaderos cangueses abrieron una nueva temporada de pastos en el Macizo Occidental de los Picos de Europa
Vicente Suero, de Gamonéu, con sus reses por encima de Huesera. FOTO: J. CASO |
Por Javier G. Caso
Como han hecho desde
tiempos inmemoriales los ganaderos del concejo de Cangas de Onís
iniciaron ayer viernes una nueva temporada de pastos en la Montaña
de Covadonga una vez levantado el acotamiento en este puerto cangués
que prohíbe pastar en él a toda clase de animales desde el 1 de
marzo. Ayer era, pues, el día del Cotu, el primer día que el ganado
ya podía estar en el puertu.
Y
fueron muchos los ganaderos cangueses que quisieron cumplir con esta
tradición. Para este año el Ayuntamiento de Cangas de Onís ha
otorgado un total de 200 licencias de pastos y serán 4.981 las
cabezas de ganado vacuno que podrán subir al puerto. 3.775 son vacas
adultas, 1.076 novillos y novillas y 130 sementales. Desde luego ayer
no subió todo el ganado, pero sí un número importante. Tras un
buen madrugón, varios rebaños acompañados de sus dueños, que
habían pasado la noche por debajo de la línea del coto, en las
cuestas o los invernales próximos, cogieron la carretera de Los
Lagos camino de su cita anual con vegas como las de Comeya, Teón, la
Vega Enol, la de la Cueva o la Tiese. El ganado marchaba a su paso.
Sin prisas. De ahí que en la carretera de Los Lagos, en el tramo que
va desde Huesera a Les Veleres,
se produjera algún atasco puntual de tráfico a lo largo de un día
en el que fueron muchos los turistas que se acercaron hasta este
rincón del Parque Nacional de los Picos de Europa.
Para
algunos fueron menos los ganaderos que este año cumplieron con el
rito de subir su ganado el Día del Cotu. Quizá pudo influir el
temor a que el tiempo empeore y la nieve, que cubre el Cornión, baje
aún más. Por lo demás la sensación general es que el puertu
presenta unas condiciones inmejorables. “El pastu está divinu y la
Vega de Enol, preciosa”, comentó en una pausa del camino el
ganadero de Intriago Luis Caso. Ahora
bien, los ganaderos no dejaron de expresar sus temores respecto a un
problema que les afecta desde hace años: los daños del lobo. A la
espera de que suba al puertu el grueso del ganado ya que los terneros
más pequeños no lo harán hasta dentro de unas semanas, la
preocupación es patente. Pese a todo la de ayer fue una de esas
jornadas que son muy especiales para los ganaderos y para los
pastores cangueses aunque de éstos queden cada día menos.
Superados los rigores invernales el Día del Cotu significa que su
ganado ya puede pastar libremente a lo largo y ancho de la Montaña
de Covadonga. Como toda la vida. Para el ganado caballar, el ovino y
el caprino, la temporada de pastos no comenzará hasta el primer día
de junio.
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