Los Lagos de Marino Lejarreta
El pasado 2 de mayo se cumplieron 40 años del histórico triunfo del
ciclista vasco en aquella primera etapa de la Vuelta Ciclista a
España con final en Los Lagos de Covadonga
Por Javier G. Caso:
Arrancaba animado 1983 por Cangas de Onís. El pleno municipal del
consistorio cangués declaraba persona non grata al escritor
Camilo José Cela por unas supuestas declaraciones suyas insultando a
la Virgen de Covadonga, la Santina. Así lo contaba La Voz de
Asturias en su edición del 6 de enero de aquel año. Ese mismo
periódico informaba de que, también en enero, y en Gijón, se vivía
una huelga general contra el desmantelamiento industrial. Ya en
febrero, nuestra región volvía a llamarse de forma oficial
provincia de Asturias.
Pues bien, ese año, en primavera, en concreto el lunes del 2 de
mayo, el concejo de Cangas de Onís vivió un acontecimiento
histórico a tenor de su repercusión posterior. La Vuelta Ciclista a
España llegaba ese día, por primera vez, a Los Lagos de Covadonga,
una cima que se acabó convirtiendo en uno de los puertos más
míticos del ciclismo mundial y que a día de hoy suma ya 21 finales
de etapa de la Ronda Española. Pero vamos a hablar de aquella
primera etapa de la que este año se cumplieron cuatro décadas y en
la que se impuso Marino Lejarreta, el Junco de Bérriz. La de
1983 fue la edición número 38 de la Vuelta Ciclista a España, “una
de las más bellas y espectaculares”, según se puede leer en la
página web de Unipublic, la empresa que organiza esta prueba
ciclista desde hace ya muchos años. Fue, además, la primera vez en
su historia que Televisión Española (TVE) la retransmitía en
directo. Por ese motivo, por todo lo que supusieron aquellas
retransmisiones televisivas de sus etapas, es por lo que se considera
que 1983 fue el año del relanzamiento de la Vuelta Ciclista a
España.
En aquella edición, además, el ganador fue el corredor francés
Bernard Hinault, el Caimán, toda una leyenda del ciclismo y
que ya había ganado la ronda española en 1978. Un Hinault, a quien
el desgaste de la Ronda española le impidió disputar en julio el
Tour de Francia de 1983, que llegó a ganar en cinco ocasiones. El
ciclista galo lideraba un equipo potentísimo: el Renault- Elf, del
que también formaba parte Laurent Fignon. Completaron el podio de
aquella Vuelta, Marino Lejarreta, entonces en las filas del equipo
italiano Alfa- Lum Olmo y que fue el segundo clasificado. La tercera
plaza la ocupó el fallecido Alberto Fernández, del equipo Zor.
Participaron en aquella Vuelta 100 corredores de una decena de
equipos, entre ellos algunos inolvidables como el Kelme, el Renault,
el Reynolds, el Teka, el Hueso, Zor, Alfa- Lum…A diferencia de
ahora, que se disputa en septiembre, por aquellos años la Vuelta a
España se celebraba en primavera y la edición de 1983 se desarrolló
entre el 19 de abril y el 8 de mayo. La que acabó en Los Lagos fue
la etapa número 13, con salida desde la localidad palentina de
Aguilar de Campóo. Cada año la Vuelta a España siempre tiene su
propia sintonía o tema oficial. Pues bien la de 1983 fue un tema que
lo petó y que se coronó a lo más alto de la lista de Los 40
principales, además de permanecer durante 21 semanas como el single
más vendido en España: “No tengo tiempo”, del dúo tecno
Azul y Negro.
¿Y qué decir de aquella etapa? Seguro que cada cangués guardará
muchos recuerdos de aquel día. En mi caso me tocó seguirla por la
tele, unas imágenes que quise volver a ver hace poco y que están
disponibles en Youtube. Desde Aguilar de Campóo y tras pasar por el
control de firmas, tomaron la salida 86 corredores, si bien a los
Lagos llegarían dos menos. A la salida, tal y como nos recuerdan las
imágenes de TVE y los comentarios de Emilio López Tamargo, viento,
frío y nieve, unas condiciones realmente duras para una etapa de 188
kilómetros con dos puertos de tercera categoría, uno de ellos el
Pontón, y final en Los Lagos. Mucho se bromeó aquel día con lo de
Los Lagos de Enol, que el locutor de TVE Antolín García, rebautizó
por adelantado como los Lagos de Hinault dando por hecha la victoria
del corredor galo. Pero aquel chiste facilón no se cumplió y aquel
día este paraje del Parque Nacional, por entonces de la Montaña de
Covadonga, se acab´p convirtiendo en Los Lagos de Marino Lejarreta.
La etapa discurrió por tierras palentinas y leonesas. Antes de
llegar a Asturias, poco antes de Riañu, cuyo pueblo original aún
seguía en pie antes de acabar bajo las aguas del pantano, saltaron y
se escaparon dos de los grandes protagonistas de aquella etapa:
Carlos Machín y Ruddy Pevenage.
Los dos ciclistas llegaron a tener
más de 8 minutos de ventaja sobre el pelotón. Bajaron el Pontón y
Los Beyos a velocidad de vértigo. Cuando estaban entrando en Cangas,
dejamos la tele y nos echamos a la calle para verlos pasar por
delante de casa en la carretera Cañu. A la altura de La Riera
todavía llevaban 7 minutos y medio de distancia al resto de los
corredores. Machín y Pevenage iniciaron en solitario la subida a Los
Lagos, que todavía arrancaba de aquella curva tan cerrada que había
al pie de la Santa Cueva de Covadonga. Durante la ascensión Machín
llegó a descolgar a Pevenage y tiró en solitario, pero por detrás
Marino Lejarreta empezaba a dar su particular batalla. Se escapó de
quienes lo acompañan en el grupo perseguidor, en el que también iba
Hinault, y se fue a por los dos escapados. Primero superó a
Pevenage, ya pasado el Mirador de la Reina. Como muestran las
imágenes de la tele, a la altura de la majada de Gumartini, el
ciclista vasco rebasó a Machín, cogió la cabeza de la carrera y
entró vencedor en una meta instalada en Entrelagos, donde aún
existía el motel que fue derruido años después. El gran Marino
Lejarreta, al que este año se le rindió un cariñoso homenaje en
Cangas de Onís para recordar aquel triunfo, ganó la etapa con un
tiempo de 5 horas, 45 minutos y 17 segundos, el que empleó para
cubrir los 188 kilómetros que tenía la etapa.
En 2013, coincidiendo con el 30 aniversario de aquella inolvidable
etapa, tuvo lugar en la Casa de Cultura de Cangas de Onís una mesa
redonda y allí se evocaron algunas anécdotas y recuerdos. El que
fuera por aquellos años director técnico de la Vuelta Ciclista a
España, Ramón Mendiburu, confesó que si el mal tiempo hubiera
frustrado el final de etapa en Los Lagos, algo que llegaron a temer
de verdad a la vista de cómo había arrancado el día, la meta se
hubiera situado en Covandonga. Es más, detalló que incluso se había
reservado un lote de vallas que se dejaron en el Real Sitio por si
acaso. El resto de las vallas, tal y como recordó Antonín Alonso,
uno de los integrantes de la comisión local que participó en la
organización de la etapa, tuvieron que ser transportadas hasta Los
Lagos en los camiones de dos repartidores de leche de Cangas de Onís
porque los vehículos de transporte de la Vuelta Ciclista a España,
dado su gran tamaño, no podían subir hasta Los Lagos, cuya
carretera era, por aquel entonces, mucho más estrecha. Al final, y
como muestran las imágenes de TVE, el sol acompañó a los ciclistas
en su ascensión a Los Lagos y no fue necesario recurrir al plan B,
pero el Santuario de Covadonga pudo ser el final de aquella etapa.
Pero que la Vuelta Ciclista a España acabase en Los Lagos no fue ni
mucho menos algo casual. Sus antecedentes se remontan casi veinte
años atrás. Fue en 1964, tal y como detalló en aquella mesa
redonda Antonín Alonso, cuando se funda el Centro de Iniciativas y
Turismo (CIT) de Cangas de Onís. Tras desplazarse a Francia para
vivir las etapas pirenáicas del Tour, entre ellas, la del famoso
Tourmalet, un viaje exploratorio en el que participaron Ramón y Luis
Prada, así como mi tío Elías González Caveda, Elías el de la
Barata, al año siguiente se celebra la primera escalada ciclista a
Enol, una prueba para corredores aficionados e independientes que el
CIT organiza hasta 1972, una prueba que tenía hasta su propio
slogam, tal y como recoge Emilio Prada en un documentado trabajo
titulado “El Deporte en Cangas de Onís”. El lema de la la
subida a Enol era: “ Dentro de un maravilloso marco, la más dura
prueba española del ciclismo de montaña”.
En 1972, el recién nacido Club Ciclista Enol toma el relevo del CIT
y continúa con la celebración de esta carrera hasta 1979 en unos
años, los setenta del pasado siglo, en los que la Subida Ciclista a
Enol entra en el circuito profesional además de acoger el campeonato
de España. Entre los ganadores de aquellos años, algunos nombres
ilustres del ciclismo español como Andrés Oliva, Pesarrodona, Jesús
Manzaneque o Alberto Fernández. Los años 70 también fueron los de
la primera etapa de la Vuelta Ciclista a España con final en Cangas
de Onís, disputada en 1974 con la meta colocada frente al Llagar de
Juan y que ganó al sprint el portugués del equipo BIC Joaquim
Agostimho. Dos años después, regresa de nuevo la Vuelta Ciclista a
España a la capital canguesa y el ganador de la etapa fue el
asturiano del Kas Vicente López Carril. En 1978, otro asturiano del
mismo equipo, José Enrique Cima, gana la etapa de la Vuelta a España
cuya meta se instaló en la Carretera Cañu. Estos son los
prolegómenos de la llegada de la Ronda española a Los Lagos en 1983
y de la que este año se cumplieron cuatro décadas. Curiosamente
este 2023, y en su primera edición, la Vuelta Ciclista a España
femenina también quiso incluir en su recorrido una etapa que acabara
en Los Lagos de Covadonga. Fue la última de las siete etapas de esta
Vuelta femenina, con salida en Posada de Siero y se disputó el
domingo 7 de mayo. La ganadora de la etapa fue la corredora holandesa
del equipo SD Worx Demi
Vollering, una
ciclista que como hiciera Marino Lejarreta, inauguró el palmarés,
en esta caso del ciclismo femenino, de ese grandísimo puerto que son
Los Lagos de Covadonga.
Enlace al resumen de TVE de la etapa 13 de la Vuelta Ciclista a España de 1983 entre Aguilar de Campoo ( Palencia) y Los Lagos de Covadonga.
https://www.youtube.com/watch?v=QUEIin85-TM