Les Llanes
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Vista de la entrada principal a la finca Les Llanes. Al fondo la Basílica de Covadonga. FOTO: JAVIER G. CASO. | | |
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Una situación de abandono y dejadez que debe ser corregida por parte del Principado de Asturias
JAVIER G. CASO
Leo en El Comercio de hace unos días que para la consejera de Cultura la
finca de Les Llanes “no está entre sus prioridades”. Tampoco es que nos haya
descubierto nada nuevo doña Ana González. No lo ha sido nunca para responsable alguno del Principado de Asturias.
A la Administración autonómica le llevó casi diez años construir los
aparcamientos vinculados al plan Lagos y culminar la senda peatonal de Muñigu,
una vez que le resultó imposible llevar adelante su idea inicial de construir
un nuevo acceso rodado a Covadonga. En lo que atañe a Les Llanes la propiedad
fue adquirida a bombo y platillo hace ya siete años en tres millones de euros
durante la etapa de Vicente Álvarez Areces al frente del Gobierno regional.
Aquella operación se justificó en su día por los planes del Principado de
Asturias para convertir esta finca en la base de un remonte, en concreto de un
tren cremallera de dos vagones y 60 plazas, que uniría El Repelao con el
Santuario de Covadonga.
El coste del proyecto, del que se dijo que iba
a ser una realidad en 2008, y del que nunca más se supo, iba estar entre los 2
y los 3 millones de euros. La actuación incluiría además un aparcamiento que
completaría la red de estacionamientos ya construidos en El Repelao y las
cercanías de Muñigu. Ahora la situación económica actual, según la consejera,
es la que impide llevar adelante la actuación prevista en Les Llanes. Puede
ser. Ya no es tiempo de grandes proyectos. No hay perres. Sin embargo no es eso lo que se debate estos días después
de que la prensa regional denunciase el abandono que presentan tanto la casona
como la finca de Les Llanes, una situación que el propio alcalde de Cangas de
Onís, José Manuel González Castro, puso sobre la mesa durante la última reunión
del patronato de Covadonga.
La cuestión es
por qué esa propiedad apenas ha recibido atención alguna por parte del
Principado de Asturias desde el momento que pasó a ser patrimonio público en
2006. La sensación de dejadez ha ido a más desde entonces. Tanto el inmueble como
la finca, de la que despegó el helicóptero que trasladó a Los Lagos a su
Santidad el Papa Juan Pablo II durante su visita a Covadonga en agosto de 1989,
presentan un estado lamentable. Y todo eso sucede, para mayor vergüenza, en la
principal puerta de acceso al Parque Nacional de los Picos de Europa en su
vertiente asturiana, al pie del Real Sitio de Covadonga, un lugar que desde
luego no ha recibido en los últimos años el trato que se merece. Al Ejecutivo
regional no le queda otra que reparar todo lo que sea necesario y mantener la
finca y la casona atendidas y vigiladas. Más adelante, sin prisas porque lo que
sobran en Asturias son equipamientos infrautilizados, lo suyo sería buscar un
uso adecuado para Les Llanes. Su ubicación es estratégica si pensamos en los cientos de miles de turistas
que todos los años se acercan hasta Covadonga y Los Lagos. Se aceptan
propuestas.
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