Luis Salcines. FOTO: J. CASO |
Pepe Comas, recibiendo el premio Salvador de Madariaga |
Pepe Comas y Luis Salcines, galardonados con el Sifón de Oro
La Sifonería y A la sombra de un sifón reconocen a los dos premiados " sus trayectorias personales" y su "gran amor sobradamente demostrado" a Cangas de Onís
Por Javier G. Caso
Los siempre inquietos en materia cultural Celso y Marga acaban de hacer pública la concesión de los premios Sifón de Oro que conceden sus negocios La Sifonería y A la sombra de un sifón. De manera excepcional, como ellos mismos han explicado, habrá no uno, sino dos Sifones de Oro en esta primera edición. Los galardonados son el fallecido periodista cangués José Comas Vega, Pepe Comas, y Luis Albert Salcines. A ambos se les reconoce por "sus trayectorias personales y el gran amor sobradamente demostrado a Cangas de Onís". Enhorabuena por ambos reconocimientos.
Poco puedo decir de Pepe Comas, nacido en La Vega de los Caseros en 1944. Aunque los dos somos de Cangas de Onís, y periodistas, nunca tuvimos ocasión de conocernos y tratarnos. No obstante sí seguí su trayectoria como periodista del diario El País, periódico en el que ejerció como corresponsal en países como Argentina, México o Alemania, además de enviado especial a otros países europeos y latinoamericanos. En su trayectoria destaca su entrada en la Polonia del general Jaruzelsky en 1982 haciéndose pasar por un transportista de naranjas en compañía de otro periodista. El sifón de oro de Pepe Comas lo es a título póstumo. Un cáncer diagnosticado en 2004 acabó con su vida en Berlín el 22 de marzo de 2008. Un año antes el cangués era galardonado con el Premio Salvador de Madariaga de Periodismo, que otorga la Asociacion de Periodistas Europeos, momento que recoge una de las fotografías superiores. De su larga enfermedad ha quedado como obra póstuma, Crónicas del Linfoma, con las que ejerció de periodista hasta el final de sus días para informar de su propia enfermedad. De ahí que este libro muestre a las claras la pasión de Comas por el oficio del periodismo. Sus cenizas fueron arrojadas por su familia a las aguas del río Sella desde lo más alto del Puentón cangues como el propio Pepe Comas les había indicado y dejó escrito en una de las crónicas de ese libro. Aquel acto, tan sencillo como emotivo, y en el que sonó a la gaita el Asturias, Patria Querida, interpretado por Ángel Lueje, tuvo lugar el el 29 de marzo de 2008.
El segundo Sifón de Oro es para Luis Alberto Salcines, a quien Celsín define como "un cangués de Cantabria". Nacido en Santander en 1952 si Wikipedia no me engaña, todos los los que fuimos sus alumnos los conocemos por Luis. Así fue desde el primer día en el que nos lo encontramos en alguna de las clases del Instituto Rey Pelayo. ¡Qué decir de Luis! Por muy exagerado que suene, ha sido de esos profesores que marcan para bien a sus alumnos y al que sus pupilos no olvidaran en su vida. Tuve la suerte de toparme con él en primer año en el instituto cangués, en el mismo curso en el que, precisamente, Luis se incorporó a su claustro de profesores. Era pues un recién llegado. Y aquel profe nuevo no pasó desapercibido ni mucho menos. Su larguísima barba valleinclanesca, sus gafas metálicas similares a las de John Lennon, su jersey de lana verde y su pantalón negro, creo que de pana, llamaron la atención en aquel Cangas de primeros de los ochenta. En aquel primero de BUP nos dio Matemáticas. Pero para uno a quien los números nunca se le dieron del todo bien, la verdad es que lo mejor eran aquellos minutos en los que Luis aparcaba la lección que nos estuviera dando y de las ecuaciones pasaba a la Literatura. Aquel profe nos leía poemas o nos hacía alguna recomendación literaria. Así fue como, al menos yo, supe de poetas como Gabriel Celaya, José Hierro o Ángel González. A pesar de aquellos momentos impagables, nunca conseguí convertirme en lector de poesía, pero eso no impedirá que siempre agradezca a Luis aquellos pausas literarias tan enriquecedoras que, sorprendentemente, tenían lugar en mitad de una clase de Matemáticas. De aquellos años en el instituto, a los de mi promoción, como a muchos otros de los que fueron sus alumnos, nos ha quedado una relación entrañable con Luis. En nuestro caso marcada por una cena anual instituida hace ya 30 años al acabar COU y que desde entonces no se ha dejado de celebrar ningún año al llegar las Navidades. En parte gracias a Luis. Algunos no pudimos asistir a todas las cenas, pero Luis Salcines no ha dejado de hacerlo. Año tras año. Y eso da buena muestra de su forma de ser y de su compromiso con aquellos que fuimos sus alumnos, de los primeros a los que dio clase al llegar a Cangas de Onís.
Está claro que este Sifón de Oro es una forma de agradecerle a Luis Salcines su amor y cariño por Cangas de Onís, un sentimiento que se percibe en textos como Cangas de Onís, a la sombra de Covadonga y el Puente Romano, su pregón para las Fiestas de San Antonio de 1992, impreso a posteriori como libro y que conservo como una reliquia en mi biblioteca. En Cangas de Onís Luis ha ejercido como colaborador cultural en multitud de ocasiones. Y de atleta. Hay que recordar que es de los pocos que han corrido todas y cada una de las ediciones de la Media Maratón Ruta de la Reconquista. En definitiva, Luis es, desde hace muchos años ya, un cangués más. Por derecho propio y porque ha querido serlo a pesar de no haber nacido aquí.