Una nueva etapa para el queso de Los Beyos
Un lote de quesos de Los Beyos, durante uno de los certámenes celebrados en Amieva. FOTO: JAVIER G. CASO |
Venta de queso de los Beyos en San Juan de Beleño, durante un certamen. FOTO: JAVIER G. CASO |
El reconocimiento por parte de la Unión Europea de la Indicación Geográfica Protegida para esta variedad quesera debe servir para aparcar viejas polémicas y afianzar la producción en beneficio de la comarca del Alto Sella y los vecinos de Amieva, Ponga y Sajambre
JAVIER G. CASO
Los concejos del Alto Sella están de enhorabuena. Bruselas acaba de reconocer la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Queso de los Beyos. Su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea (UE) pone fin a unos trámites iniciados por el Principado de Asturias en 2009 y a los que siguió la concesión de la IGP, con carácter provisional, por parte del Gobierno de España.Ahora bien. ¿Qué significa este reconocimiento? Desde luego quien piense en un objetivo cumplido, en una meta y nada más, se equivoca de plano. Para nada. La obtención definitiva de la IGP tiene que servir para mucho más. Ha de ser el inicio de una nueva etapa en la que se ponga fin, de una vez por todas, a las situaciones cuando menos surrealistas que se han vivido en los últimos años, protagonizadas siempre por políticos que han pretendido erigirse en los salvadores del queso de los Beyos, cuando los verdaderos artífices de que esta variedad quesera haya conseguido el reconocimiento de la Unión Europea, no han sido otros que los queseros.
Ha llegado el momento de que este pequeño gran queso se vea ajeno a polémicas estériles que solo han servido para poner en entredicho, sin conseguirlo desde luego, todo hay que decirlo, un producto gastronómico del máximo nivel. Hay que dejarse de localismos. Toca trabajar unidos ya. Este es el mensaje que han de tener bien claro los responsables municipales de Amieva, Sajambre y, sobre todo Ponga.
Como primer paso, y más en tiempos de crisis en los que hay que mirar por cada euro que se gaste desde las administraciones públicas, estaría bien que los estos tres ayuntamientos se pusieran de acuerdo y, en vez de hacer cada uno la guerra por su cuenta, se decidieran a organizar un único certamen anual del queso de los Beyos que tuviera carácter rotatorio y se celebrara se forma sucesiva cada año en uno de los tres concejos del Alto Sella. Se ahorraría dinero y, sobre todo, se contribuiría a promocionar desde un punto de vista turístico tanto el queso de los Beyos como los paisajes de Ponga, Sajambre y Amieva.
También estaría bien que nadie vuelva a reclamar demagógicamente una Denominación de Origen Protegida (DOP) para el queso de los Beyos, una marca de calidad que exige que tanto el producto alimenticio que ampara, como la materia prima con la que se elabora, estén vinculados a un mismo territorio. En la actualidad eso no es posible y las cosas no tienen visos de cambiar. Sencillamente porque en estos tres concejos no existe cuota láctea suficiente. Es más, tal y como se recoge en el estudio "Las explotaciones ganaderas en Asturias 2011", editado por SADEI, y que se puede consultar en la página web www.sadei.com, la cuota láctea de Amieva y Ponga es de cero litros. La situación en Sajambre es idéntica. Y sin leche autóctona, no hay DOP que valga.
De ahí que en su día, tanto los elaboradores como el Principado y los responsables municipales, decidieran apostar por la IGP. Era la única marca de calidad protegida susceptible de obtener para que el queso de los Beyos, un producto vinculado a un territorio concreto, el Alto Sella, pero susceptible de ser elaborado con materia prima procedente de fuera de ese ámbito geográfico. Una vez obtenido ese reconocimiento, toca trabajar sin mirar atrás. Ojalá la IGP sirva para que los elaboradores actuales produzcan más y mejor queso de los Beyos, para que se abran nuevas queserías en Amieva, Ponga y Sajambre y para que reabran alguna de las que cerraron sus puertas estos últimos años. El Alto Sella tiene una joya gastronómica de primera calidad en esta variedad quesera. Y toca sacarle el máximo rendimiento posible.