La K-2
formada por el palista cangués y el esloveno Jost Zakrajset, se
convierte en la primera embarcación no argentina en proclamarse
ganadora absoluta de la regata más larga del mundo
Vega y Zakrajset, el pasado mes de noviembre en La Llongar antes de partir para el Ardeche. FOTO: J. CASO |
Por JAVIER G. CASO
Kiko Vega
es un trotamundos, y si lo comparamos con el protagonista de La
Vuelta al mundo en 80 días, todo un Phileas Fogg de la piragua.
Su pasión por el piragüismo lo ha llevado a competir por todo el
mundo en numerosas pruebas de maratón. Y con éxito. Su último
viaje al otro lado del Atlántico, a tierras de la Patagonia
argentina, viene acompañado de un gran triunfo deportivo. Acompañado
por el esloveno Jost Zakrajset en K-2, el palista cangués ha logrado
la victoria en la Regata Internacional del Río Negro, que se disputó
días atrás a lo largo de 300 kilómetros entre las provincias de
Neuquén y Río Negro, la prueba piragüística más larga del mundo
y que Kiko Vega ya había ganado en K-1 en anteriores ediciones.
Ahora la pareja Vega-Zakrajset se convierte en la primera
tripulación no argentina en proclamarse vencedora absoluta de esta
prueba a lo largo de sus 46 años de historia.
Este
triunfo histórico apuntala aún más a este dupla formada por estos
dos palistas roxos, y de gran parecido físico por otra parte.
Ya compitieron juntos el pasado mes de noviembre en el descenso del
río Ardeche, en Francia, logrando un meritorio segundo puesto; todo
un anticipo de esta reciente victoria en Argentina. Un poco antes,
Kiko ya había viajado el año pasado a tierras sudafricanas para
participar en el Hansa Fish River; en esta ocasión en K-1, la
disciplina deportiva que más ha practicado a lo largo de su larga y
exitosa carrera deportiva. El Fish River es una competición en la
que, a juzgar por el altísimo caudal del río y lo turbio que baja,
más parece parece una prueba de aguas bravas que un descenso de
piraguas.
Como el
propio Vega reconoce, fueron los vídeos de esta carrera sudafricana
que vio de críu en casa de Ramonín en La Llongar, junto a otros
niños cangueses, entonces todos ellos aprendices de piragüista, los
que hicieron prender en él la ilusión por llegar algún a disputar
pruebas como ésta por todo el mundo. Tiene claro que salir al
extranjero le ha hecho aprender mucho acerca del piragüismo, un
deporte en el que se ha labrado un importante prestigio con el paso
de los años. Vigente ganador en K-1 del Descenso Internacional del
Sella tras su triunfo en la pasada edición, está por ver si este
año Vega, que desde hace años corre con la Sociedad Cultural y
Deportiva de Ribadesella, se decide a disputarlo en K-2 junto a su
compañero esloveno. Desde luego la victoria en el Río Negro da
cuenta del enorme potencial competitivo de estos dos deportistas,
Kiko y Jost, llamados a obtener nuevos éxitos deportivos a lo largo
de la próxima temporada a poco que se les den bien las cosas. Ya
veremos. Atentos a estos dos rubios.